lunes, 19 de septiembre de 2011

Hola BELIEBERS! :] Sentimos muchísimo el retraso, pero es que ya hemos empezado las clases .___. y ahora ya no tenemos tanto tiempo para subir capitulo. Además este año ya estamos en bachillerato y pues es más importante y bueno una de nosotras está en su último año de instituto así que aún peor. Pero bueno, vamos a intentar subir lo más pronto posible. Siempre hay un huequito para escribirles un capitulo y subirlo :]
Ya tenemos un seguidor más! :] Muchísimas gracias, como siempre por vuestros comentarios. Que la verdad es que nos alegran el día ^^ El siguiente capítulo será dedicado a Alondra y luego el otro a Caroline, para seguir con el orden, que se nos había quedado alguien perdido.
Por cierto una pregunta, ¿Os gustan las partes HOT? Es que no hemos preguntando, suponemos que sí, pero queremos saber vuestra opinión. También hemos cambiado un poquito el diseño ¿os gusta? No es nada del otro mundo, pero está mejor este fondo que el otro *-* xDD. Y bueno, creo que ya no me deje nada más. Únicamente que sigan comentando como hasta ahora, que nos gusta mucho entrar y ver todos esos maravillosos comentarios de nuestras lectoras. Ya tenemos 200 entradas!!!! :D MUCHAS GRACIAS! :] 
Un beso, beliebers <3

Capítulo 52 - "Nunca había dolido tanto una mentira"

Nota: Este capitulo va dedicado a Carolina :]


Me desperté en mi cama. Lo último que recuerdo es que estaba viendo una película con Justin en el salón, así que supongo que después de eso me dejé dormir y llegué hasta aquí.
El ruido de la puerta de mi habitación abriéndose me alejó de mis pensamientos.
- Buenos días princesa - dijo Justin muy sonriente.
- Buenos días.
- ¿Has dormido bien?
- Sí, genial.
- Bueno, pues me alegro porque hoy vamos a ir a pasear. He visto un parque cerca y he pensado que podíamos dar una vuelta y así además conozco un poco más de aquí. ¿Qué te parece?
- Me parece perfecto.
- ¡Genial! Te espero abajo - me besó y salió de mi habitación.
Me dirigí a mi armario buscando algo para ponerme. Hacía bastante calor así que opté por un vestido blanco hasta un poco más arriba de la rodilla y unos zapatos bajos. Bajé, desayuné con Ryan, Lorena y Justin, mientras nos hacíamos bromas como siempre que este último estaba presente. Hasta que Ryan casi se ahoga con la tostada.
Cuando terminamos de desayunar Justin y yo salimos de casa rumbo al parque. No sabía si debía cogerle la mano, ya que ni siquiera sabía si éramos algo, sólo nos habíamos besado.
- ¿En qué piensas? - dijo él tomando mi mano, como si me hubiera leído el pensamiento.
- Ehmm… en nada
- ¿Segura? - me preguntó notando mi inseguridad.
- Sí.
Estuvimos caminando unos 15 minutos hasta que llegamos al parque. La verdad es que nunca lo había visto, ya que estaba un poco alejado de la carretera y no era muy visible.
- ¿Te gusta?
- Sí, es muy bonito. Nunca lo había visto. ¿Cómo lo encontraste?
- Tengo mis contactos - dijo guiñándome el ojo. Acto que me pareció muy sexy y no pude resistirme a besarlo, haciendo que nuestros labios se fundieran en un beso. Encajando perfectamente, como si estuvieran hechos para estar unidos. Era un beso tierno, hasta que la lengua de Justin pasó a la acción, buscando la mía. La cual correspondió. Justin me tomó de la cintura pegándome más a él y un pequeño gemido salió de mi boca.
- Me vuelves loco cuando haces eso - susurró Justin en mi oído y posteriormente mordió el lóbulo de mi oreja.
- Justin… - dije separándome un poco de él. - Estamos en un sitio público.
- Pues si no quieres que estas cosas pasen en público, no me provoques.
- Lo siento, pero es que eres demasiado sexy y no me pude resistir.
- Lo sé, cariño.
- ¿Te lo tienes muy creído verdad?
- Me lo creo porque me lo puedo permitir.
- Bueno, ya. Vamos a dejarlo don Ego.
Tras decir esas palabras una serie de frases e imágenes llegaron a mi mente.

~ FLASHBACK ~
- Buenos días, dormilón.
- Buenos días, princesa. ¿Qué haces?
- Preparándole el desayuno a un tal Bieber que se está hospedando en mí casa.
- ¿Sí? Me suena su nombre, ¿no es ese cantante famoso que está tan bueno?
- Hmm… Sí, creo que es ese. Pero tampoco es que esté tan bueno.
- ¿Perdona? Estás hiriendo mis sentimientos - dijo haciéndose el ofendido.
- Es broma Justin, no te pongas así. Si además, tú no estás bueno. Estás buenísimo - dije dándole un beso en la mejilla.
- Gracias, gracias. Ya me lo imaginaba, me miro todos los días en el espejo - dijo bromeando.
- Ya me imagino. Ahora don Ego ayúdame a preparar la mesa.
- Vale, pero con una condición.
- A ver… ¿Qué desea el señorito ahora?
- Hoy no me has dado un beso de buenos días - dijo con cara de pena.
- Es verdad, me había olvidado. Ven aquí, tonto.
Se acercó a mí, colocando sus manos en mi cintura, a la vez que yo enrollaba mis manos en su cuello y comenzó a besarme, lentamente.
- Sophie, ¿estás bien?
- Sí, estoy perfectamente - dije intentando disimular
- ¿Seguro? Es que no lo parece. ¿Qué te ha pasado?
- No ha sido nada Justin. Tranquilo.
- Está bien, pero si te encuentras mal no dudes en avisarme y te llevo a tu casa.
- Vale, gracias.
Y dicho esto Justin me dio un beso en la frente. No quería mentirle, pero tampoco quería darle esperanzas. Aunque estuviera recordando algunas cosas, puede que no llegara a acordarme de todo y no quería que el se hiciera ilusiones hasta no estar segura de todo esto.
Justin y yo continuamos con nuestro paseo por el parque, como una pareja, agarrados de la mano observando el bonito paisaje. Hasta que una niña de unos 8 o 9 años se acercó a nosotros.
- ¿Tú eres Justin Bieber?
- Sí, el mismo - respondió él con una amplia sonrisa.
- ¿Vas a volver a cantar, Justin?
- Verás, pequeña. ¿Ves a esta chica de aquí?
- Sí.
- Pues ahora sólo voy a cuidar de ella y ya después me pensaré si volveré con mi carrera.
- Pues espero que si vuelvas, porque yo quiero ir a un concierto tuyo. ¿Me puedes firmar un autógrafo?
- ¡Claro!
- Muchas gracias, Justin. Adiós - dijo la niña despidiéndose de nosotros con la mano.
Después de esto, le pedí a Justin que me llevara a casa. No me encontraba bien. No era con respecto a mí. Había algo que no estaba bien.
Subí las escaleras para dirigirme a mi habitación con la escusa de que necesitaba descansar. Justin por el contrario se había quedado en el salón con Lorena y Ryan.
Estaba de camino a mi dormitorio, cuando pasé por delante del de Justin y desde fuera pude ver algunas hojas repartidas encima de su cama. Entré y enseguida pude ver que eran letras de canciones que él mismo había estado escribiendo. Eran unas canciones preciosas, se nota que era algo que le apasionaba.
Y fue ahí cuando realmente me di cuenta de que tenía que hacer algo, porque esto no era justo. Me fui a mi habitación y al poco rato llegó Justin.
- Princesa, ¿te encuentras mejor?
- Sí. Justin, tenemos que hablar - dije sentándome en el borde de mi cama.
- Esto no me gusta. ¿Qué pasa Sophie? - preguntó preocupado.
- Creo que lo mejor es que lo dejemos. Bueno, no tenemos nada que dejar porque no empezamos nada, pero bueno. Quiero que me dejes tranquila, que no me busque, que no me beses, que no me abraces…
- Sophie, no puedes estar hablando enserio…
Lo miré a los ojos, había un brillo en ellos. El cual amenazaba con convertirse en lágrimas en cualquier momento.
- Justin, nunca haría ninguna broma relacionada con esto. Es sólo qu-que…
- ¿Qué?
- Que no puedo estar con una persona a la que no recuerdo - dije casi gritando.
- Sophie, sabes que yo te prometí ayudarte a recordar. A mi no me importa que tú aún no me recuerdes, se que lo harás pronto. Hasta entonces puedo ayudarte yo y…
- Justin tú no lo entiendes - dije interrumpiéndolo - Y-yo yo… No te quiero, no siento nada por ti. No podemos estar juntos, yo no puedo estar contigo si no me acuerdo de ti. Entiéndeme por favor. Yo no quería que las cosas acabaran así, pero es mejor que seamos sinceros y admitamos la realidad. Somos totalmente diferentes, tú tienes una vida distinta y yo no estoy preparada para eso. Será mejor que vuelvas a Canadá, que vuelvas a tu carrera y que te centres en tus fans.
- Yo… No me puedo creer que de verdad estés diciendo todo esto. Hasta hace apenas unas horas estábamos bien, ¿qué ha pasado para que ahora de repente cambien las cosas? - dijo llorando.
- Lo único que ha pasado es que he reaccionado y te he dicho lo que pasa. Justin no podemos estar juntos. Lo siento… - dije con la voz temblorosa, apunto de echar a llorar tal y como lo estaba haciendo él.
- Está bien. Si eso es lo que quieres… Me voy a ir, intentaré conseguir un vuelo para mañana y volveré a Canadá. ¿Estás segura qué es eso lo qué quieres? Porque una vez que me vaya no voy a volver.
Me quedé callada. Lo único que quería hacer era decirle que quería que se quedara conmigo, que había recordado algunas cosas, pero tenía que mentirle si quería que Justin siguiera caminando hacia su sueño.
- Sí. Estoy totalmente segura.
- Muy bien. Por lo pronto esta noche no me quedaré aquí. Voy a mi habitación a recoger mis cosas y después le diré a mamá que nos volvemos a casa.
- Justin, te puedes quedar aquí esta noche. A mi no me molesta.
- Tranquila, yo prefiero no estar aquí.
Y dicho esto Justin se dio media vuelta, rumbo a la puerta, la cual cerró con un gran portazo. Y yo me quedé allí, de pie. Esperando a verlo aparecer por aquella puerta, cosa que no ocurrió. Sólo quería que él viviera su vida como era antes de que yo apareciera en ella. Lo quería sí. Quizás lo amaba. Aún estaba un poco confundida, pero recordaba algunos de esos momentos con él y eso sólo hacía que me enamorara más de él. Y sólo una mentira podía alejarlo de mí, sólo eso bastó para que el se diera cuenta de que debía volver a casa. A su carrera. Las lágrimas no dejaban de caer por mis mejillas, me sentía realmente mal. Como si él se hubiera llevado alguna parte de mí cuando cerró esa puerta. Y realmente lo había hecho. Ahora estaría lejos de mí, pero cerca de su sueño.



viernes, 9 de septiembre de 2011

Beliebers, aquí os dejamos un nuevo cap. hemos subido seguido así que, espero que nos lo recompenséis con muchos, muchos comentarios :3 ¡No nos gustan los fantasmas! Así que, animaos a comentar, si no lo habéis hecho, por fa. Esperamos que os guste :D
Un beso <3 

Capítulo 51- "Tenerte entre mis brazos"

Narra Sophie 

Nota: Este capítulo se lo dedicamos a Andrea :) 

Tras pasar un par de semanas en aquella blanca habitación decorada con unas cuantas flores preciosas, sin poder moverme de la cama, por fín, había llegado el día en que podía volver a casa.    Mis padres me vinieron a recoger junto con Ryan y Lorena. El poco trato que he tenido estos días con Ryan, la verdad es que me cae muy bien, y mi hermana se merece estar con un chico como él, que la respete, y sobre todo que la quiera. Pero, faltaba alguien. Él. El rubio con un rostro perfecto: sonrisa perfecta, labios perfectos, cuerpo perfecto, y ¿esos ojos color miel? No se pueden describir... 
Llegamos a casa, y estaba algo nerviosa. Por lo que Lorena me había comentado, Ryan y Justin volaron hasta aquí con la mamá de este último, Pattie. No la recordaba, y eso me frustraba un poco, pero no perdía las esperanzas de poder recordar estos últimos meses. 
Entramos y un perrito muy bonito vino hacia nosotros. 
- ¡Qué monada! -exclamé agachándome un poco para poder cogerlo mejor. 
- Se llama Bella, y es nuestra perrita. -me informó Lorena, acariciándola. 
- ¿Qué? ¿De verdad? -mis ojos se abrieron. Ella sonrió y asintió. 
- ¡Ya habéis llegado! -una mujer de pelo castaño un poco más alta que yo con unos preciosos ojos, no sé si eran azules o verdes, se acercó hacia la puerta para recibirnos. Honestamente, no me fijé mucho en el tono de sus ojos. -Sophie. ¡Qué alegría que estés de vuelta! -me abrazó tiernamente. Supuse que era Pattie, así que le correspondí el cariño que me había brindado. 
Seguía sin ver al rubio. Por eso, me atreví a preguntar, un poco nerviosa. 
- Y, ¿Justin? -pregunté tímida. 
- Está en la playa, me dijo que volvería luego. Necesitaba coger un poco de aire fresco... -asentí un poco triste. De repente, varias imágenes pasaron rápidamente por mi cabeza haciendo que llevara una de mis manos hacia mi frente; Ryan, Lore, Justin y yo en una playa, jugando en el agua, y el rubio dándome un beso. *No, no. Tengo que estar loca* pensé, y negué con la cabeza volviendo a la conversación -Ryan, cariño, ¿por qué no lo vas a buscar? Ya está la comida, y de seguro no se ha percatado de la hora. Lo he llamado varias veces, pero tiene el móvil apagado -le comentó Pattie. 
- Sí, claro. -aceptó él. Le dio un beso breve a Lore, y se dirigió en busca del rubio, "mi novio". 

Narra Ryan 

Salí en dirección a la playa, en la que se encontraba Justin. No estaba muy lejos, así que tardaría como unos 15 minutos si me daba prisa. Verlo en su estado, me mata. Nunca había estado así por ninguna otra chica. Jamás había dejado todo por alguien. Pero al parecer, Sophie le había llegado muy hondo, y había cambiado las cosas que él no ha hecho por otra persona. Ahora, está destrozado, con el corazón hecho trizas. Primero, se entera de su accidente. Luego, la grave situación que atravesaba Sophie, y ahora... ella, no lo recuerda. No logra recuperar esos momentos que pasaron juntos, las caricias, los besos... el amor. 
Sentí la arena bajo mis pies. Busqué a Justin, entre la gente que se acomodaba en el lugar. Muchas sombrillas, demasiadas toallas, hasta que al final lo divisé. Sentado en la arena, jugueteando con ella, como si un reloj de arena se tratara. Deslizándola entre sus dedos una y otra vez. Me quité las vans que traía puestas, y comencé a caminar hacia él. Estuve de pie unos cuantos minutos, mas éste no se había percatado de mi presencia. Le toqué el hombro y me senté a su lado. Todo quedó en silencio, menos por los niños que gritaban y jugaban dentro del agua. Hacía calor, era un hermoso día para pasarlo en familia y en la playa, en el agua, nadando. 
- Ya ha llegado, ¿verdad? -preguntó él triste rompiendo el hielo. 
- Sí. Estamos esperando por ti para comer. -hice una pausa - Todos juntos. -lo miré, y pude notar que lloraba. -Vamos, amigo. Ya verás como todo se soluciona -lo consolé. 
Se levantó de repente con ira. 
- Es que, ¿no lo ves? ¡No me recuerda, Ryan! -su expresión contenía rabia, tristeza. -Esto es una puta mierda. Mi vida se está yendo al infierno. -se llevó sus manos a su pelo, echándolo para atrás. -La persona que más amo en este mundo no se acuerda de mí, de nuestro amor. -comenzó a contarlo con los dedos- Mi carrera, ¿qué es de mi carrera? Ya no queda nada. Mis fans me están abandonando, y eso es lo peor que le puede pasar a un artista. Y por último, estoy destrozado. No tengo fuerzas para nada...
-Ey, Justin. -me levanté y lo abracé. Comenzamos a caminar por la playa hasta que la dejamos atrás, y nos pusimos rumbo a la casa de Sophie. 

Narra Sophie

Estaban tardando mucho. *¿Les habrá pasado algo?* me pregunté para mi yo interior. Nosotros ya estábamos sentados en la mesa, esperando por ellos, para poder empezar a comer. Tocaron el timbre, y sin saber por qué, mi corazón latía un poco más fuerte. Toqué a Bella para intentar ocultar mi repentino nerviosismo. Lorena se levantó, y les abrió. Entraron en el comedor, solo Ryan y Lorena, Justin se quedó apoyado en el marco de la puerta de éste. Mis ojos se cruzaron con los de él, después de varios días. Le sonreí, pero él me evitó. Me sentí mal, y algo dentro de mí se tensó. 
- Si me disculpáis, no tengo hambre. Así que, me retiro a mi habitación, sino os molesta -se excusó Justin. 
- ¿Hijo? -lo llamó Pattie. -No puedes estar sin comer. Al igual que hoy, no quisiste almorzar. Tan solo te comiste un bollo en el desayuno, y ni hablar de la cena porque tampoco la tocaste. -se alarmó ella. Yo lo miré preocupada, pero ignoraba mis miradas. 
- Estoy bien, mamá. Tan solo quiero descansar. Ahora, si me disculpáis. -se retiró de la cocina, y se fue a la habitación dónde dormía. 
- No sé lo que voy a hacer con este chico. 
- Tranquila, mujer. Seguro que se le pasará. Ya le entrarán ganas de comer. -la animó papá. 
Pasamos un almuerzo tranquilo, aunque yo no sabía que decir. No pronuncié palabra. Mis pensamientos estaban en el piso de arriba. 
Cuando hubimos terminado, Lorena, Ryan y yo, ayudamos a las madres a recoger la cocina. Mientras que papá, se tumbó un rato a ver la televisión en el salón. 
- Ryan, ¿puedes llevarle esto a Justin? A lo mejor, le entra el apetito si ve la bandeja. -le preguntó Pattie, alzándole la bandeja. 
- Si quieres se lo llevo yo. -me ofrecí tímida. 
- No creo que sea buena... -empezó a decir Ryan, pero no pudo terminar puesto que Lorena le dio un codazo. -Está bien. -se resignó, y me dio la bandeja con un poco de comida. 
Subí las escaleras procurando no tropezar. Llegué hasta el cuarto de Justin. La puerta estaba entreabierta, así que, suspiré y valientemente entré en la habitación, despacio. El rubio, estaba acostado de cara a la pared, por lo tanto, no sabía si estaba dormido. No podía ver aquel rostro tan angelical. Si ya parecía un ángel traído del cielo cuando estaba despierto, no me quiero ni imaginar como se ve mientras duerme. Coloqué la bandeja que sujetaba con las dos manos en una mesita. Lo miré por última vez, y me dispuse a salir para dejarlo descansar. 
-Gracias. -me agradeció él con la voz queda. Me di la vuelta, y observé que seguía en la misma posición que antes, sin mirarme. 
- De nada. -logré decir. Quería marcharme, pero no podía. Sabía que él lo estaba pasando peor que yo al no conseguir recordar nada sobre los últimos meses de mi vida. Cerré la puerta tras de mí. 
- No te tienes por qué quedar. Estoy bien. -me aseguró. Me senté en la cama de al lado. 
- Lo siento. No debí tratarte así cuando te vi, pero es que.. me asusté -suspiré. -Mira, Justin. Todos dicen que eras importante para mí, por eso, he querido traerte algo de comer. Tu madre ha insistido y yo, pues.. me ofrecí. -se dio la vuelta. 
- ¿Y ya no soy importante para tí? -derramó unas cuantas lágrimas. Me quedé helada. Sin saber que decir. -Da igual. -contestó el por mí, volviendo a su posición inicial. Dándome la espalda. 
- ¿Por qué mejor no me cuentas cómo nos conocimos y esas cosas? -me acerqué a su cama, y me senté a su lado.-Quizás, de ese modo me puedas ayudar a recordar. -Eso pareció gustarle, ya que, apoyó su espalda contra la cabecera de la cama. Me miró fijamente. 
- ¿De verdad lo quieres saber? -sonrió. 
- Me encantaría. -le contesté tocándole la rodilla cariñosamente. Él pareció estremecerse ante mi contacto. Nuestro "primer" contacto. 
Empezó a contarme todo lo que habíamos vivido, sin olvidarse de ningún detalle. Yo asentía, mientras que él no paraba de sonreír, y a veces se emocionaba. Por dentro, yo me estaba muriendo por poder recordar, y me esforzaba, pero nada. No funcionaba, y eso me ponía de los nervios. Al terminar de contarme una risa salió de mi boca. 
- ¡Vaya! Pues sí que he tenido unos meses moviditos -reí. Él solo se limitó a sonreír. -¿Justin? -me miró fijamente, haciendo que mi mundo girara y el corazón latiera con fuerza. -¿En serio dejaste todo por mí? 
Asintió. Pasó su mano por mi pelo, y luego por mis mejillas. Colocó un mechón detrás de mi oreja, y me sonrojé. Con su mano en mi rostro, comenzó a acercarse a mí, quedando aliento contra aliento. Nariz contra nariz. Frente con frente. Miró mis labios una última vez antes de que sus labios se dirigieran a los míos. Fue un beso corto, pero bonito. Nos separamos, y ahora más que nunca estaba confundida. Él pareció notarlo, y se alejó un poco, pero seguíamos con los rostros muy cerca. Lo miré. Me miró, y esta vez fui yo la que le dio un beso más intenso, con más pasión. Justin no se negó, y comenzó a buscar mi lengua. La encontró y empezó a jugar con la suya, haciendo que éstas se unieran al ritmo de nuestros labios. *¿Qué narices estoy haciendo?* pensé aturdida. Me separé, y él me miró confundido. Rápidamente, me levanté y salí de la habitación. 
- ¡Sophie, espera! -lo ignoré, y corrí hacia mi habitación dejándolo con la palabra en la boca, y un beso marcado en sus labios. Cerré la puerta, y me tumbé en mi cama. Rocé mis labios con la yema de mis dedos, y de nuevo, unas cuantas imágenes rodearon mi cabeza. *¿Qué me está pasando con este chico? ¿Será amor? ¡Sólo lo conozco desde hace 3 días! No. No puede ser amor* discutían mi mente y mi corazón. Quizás, el amor que sentía por él antes de que me ocurriera el accidente, no se había desvanecido mientras estuve en coma. Tal vez, pese a que no lo conozca, siento lo mismo que antes... o puede que simplemente sean imaginaciones mías. 
Y así me dormí, pensando en esas cosas. 
Transcurrieron como 2 horas. Me desperté bostezando, me levanté y me arreglé un poco el pelo que se había alborotado. 
Puse un pie en las escaleras y vi a los chicos jugando a la play abajo, en el salón.                                                                                                                         Lorena estaba al lado de Ryan, viéndolos jugar. 
- Y, ¿los demás? -pregunté aún desde arriba. Los 3 me miraron a la vez. Lorena fue la que contestó mientras ellos devolvían su mirada al entretenido juego de pelea. 
- Fueron a cenar. Volverán más tarde. 
- ¡Guay! -bajé las escaleras y me senté al lado de él. Me miró apenado por lo que había pasado antes. Mi rodilla tocó con la suya y al encontrarse nuestras miradas, pude notar como un escalofrío recorría mi cuerpo. De los pies a la cabeza. 
- ¿Qué tal si pedimos una pizza? -propuso Lorena. 
- Por mi bien. -respondió Justin. 
- ¡Comida, comida! -exclamó Ryan, casi babeando. 
- Pareces el monstruo de las galletas. -reí. Justin sonrió y Lorena estalló en carcajadas. Normal en ella. 
- Bueno, voy llamando a la pizzería. ¿De qué la queréis? -preguntó Lorena con el teléfono en mano. 
- ¿Podemos pedir una de atún? ¿Por fa? -hice pucheros. Los demás rieron. 
- Vale. Y, ¿la otra? -volvió a preguntar Lorena dirigiéndose a los chicos. 
- ¿Sólo vas a pedir dos? -preguntó Ryan como si el mundo se hubiera acabado. 
- No seas glotón. -Lore le dio un golpecito en el hombro, y éste se quejó. 
- Bueno, en lo que os decidís, y pedís las pizzas, yo me voy a la ducha. -me levanté y subí las escaleras. Pude notar la mirada de Justin clavada en mi espalda. Viendo como subía, contoneando mis caderas. 
Me duché, y me relajé. Cogí una toalla, me sequé un poco el pelo, y me envolví en ella. Entré en mi habitación. 

Narra Justin

Entró en la habitación, y me quedé petrificado al verla de esa forma tan jodidamente sexy. Sus mejillas comenzaron a arder. Se puso roja. En cambio, yo seguía ahí parado con un charco a mi alrededor de las babas que caían por mi boca. Mientras tanto, mi zona de abajo se ponía dura como una roca, haciendo que el pantalón me hiciera daño. 
- Lo-lo siento.. -me disculpé avergonzado. -Tu hermana me mandó a por su portátil y me dijo que estaba en su cama, y.. aquí está -le dije nervioso, mientras ella no paraba de sonrojarse. Cogí el portátil, y me dispuse a salir. Dios, si no salía en ese momento de aquella habitación, notaría mi erección, y lo último que quería es que pensara que soy un pervertido o algo parecido. 
- Justin. -pronunció mi nombre y con eso hizo que mi miembro se endureciera más, teniendo ganas de desprenderse de aquella toalla que envolvía aquellos pechos tan bien formados, y jugar con sus pezones hasta que ella pidiera más, más, y... 
- ¿Justin? -chasqueó los dedos. Volví a la realidad. Me tapé con el portátil mi parte inferior disimuladamente intentando que ella no notara mi erección. 
- Eh, sí, perdona. ¿Qué decías? -reaccioné. 
- Quería hablarte sobre lo del beso... -agachó la cabeza tímidamente. 
- Lo sé, Sophie. No debí haberlo hecho. Necesitas tiempo, y...
- No, no. -me interrumpió.-me-me.. ha gustado. -tartamudeó un poco nerviosa y sonrió. Mi corazón paró de latir. 
-¿De-de verdad? -dudé. Dejé el ordenador de nuevo en la cama de Lorena, y me acerqué. Fuimos acercándonos más, hasta que la tuve a escasos milímetros de mi boca. 
- De verdad. -me afirmó. 
- Entonces... ¿puedo volver a besarte? -la pregunta le sorprendió, y sus mejillas volvieron a ponerse de un color rojizo. Asintió, y ese gesto fue lo que hizo que atrapara sus labios ferozmente. La apreté más contra mí. Al sentir mi miembro, soltó un gemido. No pude evitar reírme en sus labios. El beso cobró más intensidad, y la guié hasta la cama. Sin querer, caímos y nos quedamos yo encima de ella. Nos miramos a los ojos, y volví a besarla. Necesitaba sentirla, tocarla, besarla... hasta que nos cansáramos. Me quité la camiseta, y ella observó alucinada mis abdominales. Los tocó, mordiéndose el labio inferior, cosa que me volvía loco. Colocó sus brazos alrededor de mi cuello, y me pegó más contra su bien estructurado cuerpo. Me deshice de su toalla, quedando sus pechos al desnudo. Una delicia para mis ojos. Bajé mis labios a su cuello, mientras ella gemía de placer, y arqueaba su espalda queriendo más. Dejé su cuello, y pasé a besar el valle de sus senos. Su piel al sentir mi lengua en uno de sus pezones, se erizó. Cerró los ojos y se dejó llevar. Con la otra mano, masajeaba su otro pecho, tocándolo, sintiéndolo. Succioné su pezón dejándolo más hinchado de lo que estaba. Lo mordisqueé, jugué con el. Sabía que la estaba haciendo sufrir que me necesitaba dentro de ella, pero quería hacerla esperar y disfrutar del momento. Abandoné su pecho y deslicé mi mano por su feminidad. 
- Justin... -susurró gimiendo. -tócame.. -me pidió. 
- Tranquila, princesa. Lo pensaba hacer. -le di un beso en los labios, e introduje uno de mis dedos lentamente en ella. Comencé a mover el dedo en círculos haciendo que Sophie se pusiera más húmeda de lo que estaba. Luego, introduje otro más, y parecía que Sophie, pronto llegaría a un orgasmo aún sin estar dentro de ella. 
Ella, deslizó sus dedos por mi torso desnudo, y llegó hasta mi pantalón. Me lo desabrochó, y se dispuso a tocar mi miembro, el cual todavía estaba protegido por mis boxers, hasta que... 
- ¡Sophie, Justin! ¡Ya llegó la pizza! -nos gritó Lorena desde abajo. 
- Mierda. -me quité del cuerpo de Sophie, y ésta se ponía la toalla un poco avergonzada y con los labios hinchados, al igual que los míos. 
- Dios, que bien ha estado. -murmuré cerca de su oído. Se sonrojó. 
- Tonto... 
- ¿No te ha gustado? Dios, Sophie. Lo siento, en serio. No debí hacer esto... -me apené. 
- ¿Qué? No, no. A mi también me ha gustado. Ambos lo queríamos. -me calmó cogiéndome del brazo. 
Sonreí y la besé tiernamente. 
- ¿Podrías llevarle tu el portátil a tu hermana cuando bajes, por fa? -le pregunté mientras me ponía la camisa. 
- ¿Por qué no se lo puedes llevar tú? -me preguntó, poniéndose unas braguitas, lo cual hizo que mis ojos recorrieran su cuerpo entero deseándola aún más. 
- Verás... es que necesito una ducha bien fría. -señalé a mi miembro, que por poco y se salía del pantalón. Ella rió. 
- Está bien -continuó riéndose. Salí de la habitación y me dirigí al cuarto de baño. 

Narra Sophie 

Me puse el pijama. Unos pantalones cortos y una camiseta de asillas. Me peinaba mirándome al espejo y recordaba lo que había pasado hace tan solo unos cuantos minutos. ¡JODER! ¡QUÉ BIEN LO HACÍA JUSTIN! No habíamos llegado a nada más, pero estuvimos a punto... tal vez, nos descontrolamos demasiado, pero.. es que no me puedo resistir a sus caricias. Sabe como hacerme sentir una verdadera mujer. 
Escuché el ruido del agua proveniente del baño, mientras caminaba por el pasillo. Bajé las escaleras y ahí estaban Ryan y Lorena, comiendo pizza.
- ¡Dejad para los demás! -les grité. 
- Tenemos hambre, pequeña. -me contestó Ryan con la boca llena de comida. 
Cogí un trozo de pizza y me lo llevé a la boca. 
- ¡Sois unos glotones! -nos acusó Justin desde arriba. Tenía el pelo alborotado, y muchas gotitas caían por su torso desnudo. Me humedecí los labios, y él me guiñó un ojo. Al rato, llego a donde estábamos nosotros. Le hice un hueco, y me sonrió. 
Cuando terminamos de comer, Lorena y yo recogimos los platos y los fregamos. 
- ¿Ha pasado algo, Sophie? -preguntó curiosa. 
- ¿Algo de qué? -rodé los ojos. 
- Justin y tú, ¿qué habéis hecho allí arriba? -levantó las cejas. 
- Hablar... -mentí. 
- Sí, claro. Y yo soy tonta y me chupo el dedo. -me contestó sarcásticamente. 
- ¡Lore! ¿Me acompañas arriba? -le preguntó Ryan entrando por la cocina. 
- Voy, amor. -le dijo ella, terminando de lavar el último vaso. 
Ryan la cogió de la mano y subieron juntos al piso de arriba. 
- ¡Usad protección! -les gritó Justin. Me acerqué a su lado y él puso su brazo por mis hombros. -¿Quieres ver una peli? -me preguntó. Alcé la mirada, y lo besé. 
- Vale. ¿Cuál vemos? -sonrió maliciosamente- una de miedo, no. -lo fulminé con la mirada. 
- ¿Por qué? Venga, princesa, no te va a pasar nada si yo estoy a tu lado. 
- Deja el ego a parte, y veamos una de risa. 
- Está bien -suspiró y se levantó para poner una peli del género que yo le había pedido. Se volvió a sentar. 
- Te quiero -me susurró. Yo me quedé muerta. ¿Qué se supone que le tenía que decir? Ni yo misma sabía que estaba pasando. Notó mi preocupación. -Tranquila, esperaré a que me lo puedas decir. -me besó en la cabeza. Suspiré aliviada y me acomodé entre sus brazos. 
No recuerdo hasta que parte vi de la película. Lo último que recuerdo fueron sus brazos rodeándome haciéndome sentir segura, protegida, y mi cabeza en su pecho. Seguramente, me quedé profundamente dormida, en sus brazos. 

jueves, 8 de septiembre de 2011

Beliebers os dejamos el capitulo 50. ¡Madre mía! Ya llevamos 50 capítulos y todo gracias a ustedes :] Muchísimas gracias por todos vuestros maravillosos comentarios. Nos gusta mucho que comenten y den su opinión sobre el capitulo, porque para nosotras es importante. También tenemos 2 seguidores más. Ya sois 137 seguidores. Gracias :) y bueno en cuanto a lectoras parece que también hay más, ya que las visitas aumentan y las votaciones. 
El siguiente capitulo será dedicado a "Love & Hope" (que no sabemos como te llamas) Así que dinos tu nombre en un comentario, para poder dedicártelo en el próximo capitulo! 
Esperamos que sigáis comentando como hasta hora, pedid el siguiente y disfrutad del capitulo :]
Un beso <3 

Capitulo 50 - "No se quien eres"

Nota: Este capitulo va dedicado a Eli :]


(NARRA JUSTIN)
Fue entonces en ese momento en que mi mirada se cruzó con la suya. Había despertado, Sophie había abierto sus ojos, esos que ahora me miraban. Salí de la habitación gritando para que algún médico viniera y me dijera que no estaba soñando, que Sophie realmente había despertado. Enseguida un par de enfermeras y el médico que se había encargado de Sophie las últimas semanas apareció por la puerta de la habitación y al verla allí, con los ojos abiertos me pidió que saliera para poder examinarla.
Una vez salí de la habitación me dirigí a la sala de espera en la que se encontraban los padres de Sophie, Lorena y Ryan. Todos me miraron con ojos interrogantes, seguramente porque me habían oído gritando y querían saber el por qué de mi reacción.
- ¿Qué ha pasado Justin? - me preguntó Lorena.
- Sophie ha-ha despertado… - dije sin aún poder creerlo.
- ¿Cómo? - preguntó esta vez Ryan.
- No lo se, yo sólo estaba cantándole la canción que había escrito especialmente para ella y cuando terminé de cantar sentí una mano en mi mejilla. La miré y estaba despierta.
- Por fin Sophie está despierta. No me lo puedo creer - dijo Lorena derramando una lágrima de felicidad.
- No llores, cariño - dijo Ryan abrazándola por la cintura.
En ese momento nos fundimos todos en un abrazo, incluidos los padres de Sophie. Un abrazo que desprendía alivio, tranquilidad, pero sobre todo amor y mucho cariño por esa persona a la que todos queríamos tanto y que por así decirlo había vuelto a nacer.
Pocos minutos después el doctor entró en la sala sonriendo.
- Como ya os ha podido decir este jovencito. Sophie ha despertado. Aún está un poco desorientada debido a las semanas que lleva en coma, pero pronto estará estable. De momento la hemos trasladado a una habitación para que esté más cómoda. Y en cuanto quieran pueden pasar a verla, pero les pido por favor que sean breves, ya que ella ahora necesita irse adaptando poco a poco y descansar.
- Muchas gracias, doctor. De verdad, gracias por todo lo que ha hecho para salvarle la vida a nuestra hija - dijo el padre de Sophie estrechándole la mano al médico.
Dejé que Lorena y sus padres entraran primero, ya que más tarde entraría yo. Quería estar unos minutos a solas con ella.
(NARRA SOPHIE)
La puerta de mi habitación se abrió y por ella aparecieron mis padres y mi hermana. Todos llorando. Aún estaba un poco confusa, pero según me había explicado el médico había estado tres semanas en coma por un accidente que tuve. Tengo vagos recuerdos de ese momento, pero no consigo verlos del todo claro.
- ¡¡Sophie!! - gritó Lorena tirándose en mis brazos.
- Hola Lore - dije con voz un poco débil
- ¿Cómo te sientes hija? - me preguntó mi madre.
- Bien, supongo. Estoy un poco cansada, pero bien.
- No sabes lo preocupados que estábamos por ti, hermanita. Especialmente Justin, ni siquiera se ha despegado de ti en todo este tiempo.
- ¿Justin? - pregunté extrañada.
- Sí, Justin
- ¿Quién es ese?
- Sophie, tu novio. Justin Bieber el cantante del momento, ¿de verdad qué no te acuerdas de él?
- No, no se quien es - dije empezándome a agobiar por las preguntas de mi hermana.
- Vamos, Sophie si esto es una broma no tiene nada de gracia.
- No estoy bromeando Lorena, no se quien es.
En ese momento Lorena salió de la habitación y cuando volvió trajo consigo a un chico de pelo rubio, de una estatura media y unos increíbles ojos color miel. Guapo. Muy guapo.
- Mira Sophie es Justin.
- ¿Lorena qué es lo que pasa? - preguntó Justin extrañado por la presentación que había hecho Lorena.
- Pasa que al parecer Sophie no se acuerda de ti.
- ¿Cómo? Eso no es posible - dijo el chico mirándome tristemente.
- Hola Sophie - dijo otro chico entrando en la habitación.
- ¿Quién es él? - pregunté.
- ¿Tampoco te acuerdas de Ryan? - me preguntó Lorena.
- No. No lo he visto en mi vida.
- Mamá, será mejor que llames al doctor. Esto no es normal.
- Sí, ahora mismo vuelvo - dijo mi madre abandonando la habitación.
- Ya se quien eres - dije señalando al rubio que decía llamarse Ryan.
- ¿Enserio? - preguntó esperanzado.
- Sí, eres el novio de Lorena ¿verdad? - pregunté levantando las cejas.
- Sí ¿recordaste algo? - me preguntó Ryan.
- No, pero como los vi tan juntitos pues supuse que serías su novio - dije sonriendo.
- Sophie, esto no tiene ninguna gracia. No recuerdas ni Justin ni a Ryan - dijo Lorena un poco cabreada.
- Lo siento Lore, pero es que no se quienes son estas dos personas. Bueno si, Ryan es tu novio, pero Justin, ¿mi novio? Si tuviera novio me habría acordado…
- Princesa, por favor. Tienes que acordarte de mi - dijo Justin tomando mi mano. La cual yo separé bruscamente de su agarre.
- ¡No vuelvas a tocarme! No te conozco de nada, así que no vuelvas a hacerlo - dije a punto de llorar.
- Muy bien. Yo no tengo nada más que hacer aquí - dijo Justin saliendo por la puerta.
- A ver necesito que salgan todos de la habitación - pidió el doctor entrando.
Después de examinarme por cuarta o quinta vez. Me hizo algunas preguntas y seguidamente volvió a abandonar la habitación. Quedando está vacía. Sólo yo.
(NARRA JUSTIN)
El médico volvió a la sala, para informarnos sobre lo que le estaba pasando a Sophie.
- Tenemos una pequeña complicación. Al parecer debido al golpe que sufrió Sophie en la cabeza, ha olvidado algunos de esos recuerdos. Concretamente los últimos episodios de su vida.
- ¿Y cuando recordará? - pregunté.
- No lo sabemos. Puede ser cuestión, de días, meses o incluso años. Lo único que podemos hacer es ayudarla a recordar, pero sin agobiarla.
- Muy bien. Gracias - dijo el padre de Sophie.
Después de que el médico se fuera me senté en una de las sillas que quedaban vacías. Con los codos apoyados en mis rodillas y las manos en mi cara. Estaba llorando, así como lo había hecho cuando me enteré del accidente de Sophie. No podía ser posible que ella no me recordara. Que hubiera olvidado todos nuestros momentos, pero lo peor de todo. Que hubiera olvidado todos los "te amo" que nos habíamos dicho. Sólo podía esperar a que esta pesadilla acabara pronto y las cosas volvieran a su sitio.
- Tranquilo Justin. Estoy segura de que Sophie se acordará pronto - dijo Lorena intentando animarme.
- Lore no sabes lo que me dolió que no me reconociera. Que me tratara como si fuera un extraño.
- Lo se, yo tampoco me puede creer que todo esto esté pasando. Pero ten paciencia, yo estoy segura de que Sophie recordará todo en menos de lo que pensamos.
Quería pensar en que lo que Lorena decía se haría realidad, pero como había dicho el doctor. Podía tardar incluso años y no se si podía soportar que no se acordara de mi por tanto tiempo.
(NARRA SOPHIE)
Ahora me encontraba en medio de una blanca habitación. Intentando recordar quienes podrían ser aquellos dos chicos. Uno ya sabía que era el novio de mi hermana, pero el otro. Justin. No sabía quien era y aunque todos decían que era mi novio yo realmente estaba asustada, tenía miedo. No se si miedo de él o miedo de no acordarme de una persona que según decían era muy importante para mí. Cerré los ojos por unos minutos, intentando buscar en mi cabeza esos recuerdos que había perdido, pero no dio resultado. Yo sólo quería volver a ser la misma de antes, quería volverme a acordar de aquello que se había esfumado. 

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Mañana el siguiente capitulo :) Gracias por todos sus comentarios <3 

jueves, 1 de septiembre de 2011

¡Hola, beliebers! Por favor, no nos odiéis.. :( Sentimos mucho no haber podido subir antes, pero es que me tocaba a mi (Lotiis) subir capítulo, pero no encontraba inspiración alguna. Hoy me decidí a escribir cap. y aquí lo tenéis. Esperamos que os guste, y que comentéis como hasta ahora. 
Iremos dedicándoles cap. a cada una :) El próximo cap. irá dedicado a Eli :) Estamos intentando seguir un órden, para que así les toque a todas. Muchas gracias por todas vuestras visitas, por sus comentarios y por todo lo que hacéis por nosotras ¡GRACIAS, GRACIAS Y GRACIAS! 
Comentad si queréis el siguiente :3 Os queremos <3 

Capítulo 49- "Come home to me"


Narra Lorena

Nota: Este capítulo va dedicado a Rocío :) 

Habían pasado días desde que Sophie tuvo el accidente. Bueno, más bien, habían pasado semanas, por lo menos para mí. El médico nos comentó que puede estar en coma días, semanas e incluso meses, depende de las ganas que tenga el paciente de vivir. Ver a un ser querido en ese estado, sabiendo que no te puede dedicar una sonrisa para alegrarte los días más tristes, es muy jodido. Aunque hayan pasado tan solo días, extraño su sonrisa, sus ojos, su alegría en casa, nuestras pequeñas peleas, nuestros abrazos... todo. Las máquinas básicamente están respirando por ella. Sus ojos siguen cerrados, y sus mejillas a penas tienen ese color rosado que suelen tener. El sol no ha dejado que le veamos desde que Sophie está en coma. Es como si de repente, el mundo haya dejado de brillar. Quizás sea porque ella es la luz. MI luz. La que siempre me ha guiado por el buen camino, y hace que todo en esta vida sea de colores. Pero ahora, entiendo lo que dicen por ahí de que la vida no es de color rosa. Ojalá fuera así, pero hay una barrera que siempre nos impide que seamos del todo felices, tanto por una cosa como por otra. 
Llegué al hospital acompañada de Ryan. Justin, quiso que nos adelantáramos, porque él quería hacer un recado antes de venir a verla. Siempre está pendiente de ella. No pasa ni un minuto en el que él no esté a su lado, hablándole, susurrándole al oído cuanto la quiere. Se me parte el corazón al verlo de esa manera. De momento dejó su carrera. Todo por Sophie. Sé que ella, le estaría sermoneando si estuviera despierta, y también lo acosaría con tal de que volviera a su vida normal. Pero esa fue la decisión de Justin, y todos la hemos aceptado. Aunque si esperamos que pronto se suba a un escenario, porque sus beliebers no están completas sin él, y estoy muy segura de que a Justin le pasa exactamente lo mismo. Las adora.
En cuanto a mis padres, pues, ¿qué decir? Están esperando a que su niña despierte y les abrace (en realidad, eso es lo que deseamos todos) Intentan ser fuertes, mas no pueden. Llegan a un punto en el que tienen que sacar todo lo que llevan dentro. Esas emociones que por mucho que intentan esconder, siempre acaban saliendo a la luz. Ningún padre merece ver a su hija/o en una situación como esa, debatiéndose entre la vida y la muerte. Luchando por salir adelante a causa de una puta enfermedad que puede terminar llevándose a su pequeño/a para siempre. No es nada fácil. Pattie ha estado junto a mi madre en todo momento. Se llevan muy bien, y para mamá, ésta ha sido un apoyo muy fuerte. La mamá de Justin también ha pasado por cosas. Cosas que la han hecho más fuerte de lo que era. Es por eso, que Justin se siente tan orgullosa de ella, y no paran de darse afecto el uno al otro. Se acomodan en el cuarto de los invitados. Invitamos a Justin a dormir en mi cuarto, en la cama de Sophie, pero él se negó rotundamente. Quiere que la cama no sea ocupada por nadie más que por mi hermana. A veces, entra, y hablamos un poco, nos consolamos mutuamente. Coge las fotos de mi hermana entre sus manos, y les planta un beso. Puede llegar a ser ridículo para algunos, pero a mi parecer es muy bonito. Por otra parte, también un poco triste. Saber que tienes a tu novia en una cama, tan cerca, pero a la vez tan lejos, le rompe los esquemas a cualquiera. 
Entramos en la habitación de Sophie, y allí estaba, igual que días atrás. En la misma postura, con los ojos cerrados, y sin poder abrirlos. 
- ¡Hola, Sophie! -la saludé, dándole un beso en la mejilla. -¿Cómo estás hoy? -cogí una de sus quietas manos. -Mira, Ryan también vino a verte. Estamos todos muy al pendiente de ti. Saldremos de esta. Te lo prometo. -besé su mano, y comencé a llorar. No pude aguantar más. Ryan en cuanto vio una lágrima caer, se acercó y me abrazó. 
- Amor -me susurró- verás como pronto te contestará... -me consoló con un beso en la frente. Enterré mi cabeza en su pecho, más tranquila, y me concedió otro abrazo. 
Tocaron suavemente la puerta, me sequé las lágrimas e invité a la persona que tocaba a pasar. Fue entonces, cuando se abrió y vi a Justin con un ramo de flores en su mano izquierda. 

Narra Justin

Con mi ramo de flores, me acerqué lentamente a Sophie. 
- ¿Cómo está mi princesa, esta mañana? -le di un beso en la frente cariñosamente. -Te he traído estas flores para alegrar un poco la habitación. Sé que cuando despiertes y las veas, te van a encantar. -las coloqué en un jarrón con agua que había en un mueble al lado de la cama de Sophie. 
- Son sus favoritas -comentó Lorena. -Son realmente preciosas. -Lorena se acercó a ellas y las tocó con la yama de sus dedos. 
Asentí con la cabeza. 
- Bueno, Justin. Te dejamos con Sophie un rato. Más tarde volvemos para ver como sigue. -me dijo Ryan. Cogió a Lorena de la mano, y salieron de la habitación. No sin antes, Lorena darle un beso en la mejilla a mi princesa. 
Cuando hubieron salido, yo también lo hice para coger mi guitarra. La había dejado por fuera. Volví a entrar y cerré la puerta con cuidado. Me senté y cogí una de la manos de Sophie. 
- Princesa, sé que tú nunca hubieras querido que dejara el mundo de la música por unos meses, pero lo he hecho, y espero que me comprendas. Pero bueno, no he traído a mi guitarra para nada. Así que, quiero que escuches una canción en la que he estado trabajando. Expresa todo lo que siento por ti, y por lo que estoy pasando. -afiné mi guitarra, y toqué unos acordes.




Cuando la tuve lista, comencé a tocar esta canción: 
Desde el principio, noté como mis ojos se iban acumulando de lágrimas, golpeándolos queriendo salir, pero fue en esta parte, cuando ya no las pude contener más: 


"All my life I've dreamed of love, I've never thought it would hurt this much to kiss goodbye and wait for your return so I'll be strong and hold on to the picture and the thought of you getting all the love that you deserve..."


Conseguí terminar de cantar aún con muchas lágrimas contenidas recorriendo mi cara sin parar. Dejé mi guitarra a un lado, y coloqué mi cara sobre las piernas de Sophie. No quería que me viera débil, pero era inevitable.
De repente, noté unas frías manos sobre mi rostro, deslizándose suavetamente, un breve contacto. Levanté mi cabeza despacio, y observé aquellos ojos de los cuales me había enamorado perdidamente, abriéndose poco a poco...