sábado, 19 de noviembre de 2011

Beliebers aquí os dejamos la 3 parte. El cap. 56 para mí, es uno de los mejores que hemos escrito. No sé que pensaréis vosotras, pero nos lo podéis hacer saber mediante vuestros comentarios. Esperamos que os guste esta tercera parte. Como veréis es muuuy hot, así que.. disfrutad :3 Deciros que la semana que viene estamos hasta arriba de exámenes, y se nos hará muy dificil poder subir. Sin embargo, para la otra os subiremos el siguiente. Por favor, comentad mucho, mucho que ya quedan poco caps. para que esta novela se acabe. Por fa :) Gracias a los 152 seguidores y a todas nuestras lectoras. Os queremos <3 

Capítulo 56- "Una propuesta" PARTE 3.

- ¿Qué haces aquí? -su tono se volvió más frío al igual que su mirada. Cogió una manzana, y se tumbó en uno de los sillones que quedaba libre. 
- Pues, he venido a acompañar a una amiga. -mordía la manzana con una mirada desafiante hacia a mi. Un escalofrío me recorrió todo el cuerpo, y no precisamente de placer. ¿Qué rayos le pasaba? ¿Su fama había aumentado tanto como para que se volviera tan gilipollas? Sinceramente, esa mirada nunca la había visto. Nunca me había mirado de esa forma, y me...asustaba. 
- Justin, cielo. ¿Podrías ser un poco más educado? -le pidió Pattie. Él no hizo caso y siguió a su bola. 
- ¿Para qué? -soltó éste de repente. Dejó la manzana encima de la mesa que se encontraba al lado, y se puso de pie -¿Para que venga de nuevo a poner mi mundo patas arriba, y yo como un idiota deje todo por ella? ¿Para que me vuelva a dejar de nuevo sin una razón coherente, mamá? No, gracias. -me quedé parada por las palabras que acababa de escupir Justin. Algo dentro de mi, comenzó a romperse, pero en el fondo sabía que solo  lo decía porque estaba resentido. Si fue mi culpa dejarlo marchar para que él pudiera seguir cumpliendo su sueño, me declaro culpable. 
- No te preocupes, Pattie. Será mejor que nos marchemos. Un placer haberos vuelto a ver. -le di un beso en la mejilla a Pattie, y un abrazo a Kenny. Lorena hizo lo mismo. Miré a Justin. Él me sostenía la mirada que se volvía cada vez más fría al contactar con la mía. 
- Eso, vete. Es lo mejor que sabes hacer. Huir de las cosas... -susurró. 
- Y tú lo mejor que sabes hacer es seguir siendo el mismo gilipollas. -le grité. No iba a consentir que me faltara al respeto. Entiendo su decepción, y su odio hacia mi, pero eso no le permitía tratarme mal, porque no me lo merecía. Salí por la puerta con un paso ligero. Lorena y Cassie se quedaron atónitas ante la escena. Sin embargo, salieron corriendo tras de mí. 
- Justin. Vete ahora mismo a pedirle disculpas. -le obligaba Pattie molesta por cómo su hijo me había hablado. 
- ¿Yo? ¿Por qué? Es ella la que me acaba de insultar. 
- ¡Justin! -gritó molesta la mujer. 
- Joder. Está bien. -y así lo hizo. Corrió hasta darnos alcance. Estábamos saliendo al parking donde había aparcado mi coche, y noté un brazo agarrando el mío. 
- Espera, Sophie. -me giré y traté de escaparme de su agarre. 
- ¿No tuviste suficiente? -se me empañaron los ojos. Justin cambió la mirada que había visto hace unos minutos de intensa a mirarme con ternura. 
- Por favor, no llores. Perdóname. -con el dedo pulgar secó mis lágrimas tiernamente.- Soy un tonto. No me imaginé que pudiera volverte a ver... -clavó su mirada en mis labios, y se acercó lentamente. 
- Justin, no. -puse mi mano en su pecho, y lo aparté con cuidado. Él pareció entenderlo, así que cambió de tema.
- ¿En qué hotel te estás quedando? -me preguntó. 
- En uno de aquí cerca. Está a dos manzanas, más o menos. -le expliqué. 
- ¿Es el que está al lado de un Starbucks?  
- No sé.. -dudé- la que sabe es Cassie. Todavía no hemos pasado por allí, pero... creo que sí. -recordé que Cassie me había hablado sobre desayunar en un Starbucks que se encontraba cerca del hotel en el que nos alojaríamos. Sin embargo, no estaba muy segura. 
- Ya sé cual es. ¿Queréis que os lleve? Yo también me hospedo allí, y no me importa llevaros. -se ofreció amablemente. 
- Da igual. Yo he traído mi coche, y puedo conducir perfectamente. A parte, no está muy lejos. Pero... gracias de todas formas. -le sonreí, y me di la media vuelta con la intención de entrar en el coche donde Cassie y Lorena me esperaban impacientes, pero Justin se puso delante de mi. 
- Sophie -comenzó- tenemos que hablar de muchas cosas. Por favor, dame dos minutos, no te quitaré más tiempo. 
- Justin, no es buena idea. 
- Sé que estás con Christian... -agachó la cabeza.
- No lo digo por eso. Lo que pasa es que he conducido desde la universidad hasta aquí, y estoy muy cansada. -me excusé. 
- Está bien. Bueno, como nos hospedaremos en el mismo hotel, si quieres después te puedes pasar por mi habitación. Es la 105, y hablamos más tarde. 
- Justin...
- Por favor, Sophie. Creo que me lo debes. Por favor. -me suplicó. Dios, esa carita y esos ojitos de cachorrito podían conmigo. 
- Intentaré pasarme cuando estén las chicas durmiendo, si es que yo no me quedo frita. No te prometo nada. 
- Gracias. -besó una de mis manos como todo un caballero, y se marchó para reunirse con los demás. 
Al entrar en el coche, Lorena y Cassie me estuvieron haciendo preguntas. No paraban, así que, no les comenté nada sobre lo que hablamos Justin y yo. Al llegar al hotel, cogimos la llave de la habitación y nos acomodamos. Nos pusimos los pijamas, y ellas se metieron en la cama mientras yo me cepillaba los dientes. Al salir del baño, las dos dormían profundamente. Yo no sabía que hacer. ¿Ir o no ir? Esa era la cuestión. Miré el reloj "11.23pm" ¿Será muy tarde? Me pregunté a mi misma. Salí al pasillo, y no había nadie. Sin embargo, las luces estaban encendidas. Bajé lentamente las escaleras hasta llegar al pasillo donde supuestamente se encontraba la habitación de Justin. Con un pijama muy mono, descalza y con el pelo revuelto, toqué sin hacer mucho ruido en la habitación 105. Inspiré profundamente. Nadie me habría. Volví a intentarlo. Esperé antes de volver a tocar, y se abrió la puerta. Me quedé con la boca abierta por la imagen que tenía frente a mi. Justin con el pelo alborotado, los ojos medio cerrados y... solo en boxers. 
- Sophie -su voz sonaba como sorprendida. -No pensé que vendrías. -se estregó un poco los ojos, y soltó un leve bostezo. 
- Últimamente piensas mucho, y no das ni una. -soltó una pequeña risa. -Si quieres podemos hablar mañana. Te ves cansado. 
- No, no. Pasa. -abrió un poco más la puerta para que pudiera pasar. Tímidamente, entré y me quedé mirando su habitación. Él se tumbó de nuevo en la cama revuelta. 
- Te puedes sentar, si quieres. -se tapó un poco hasta el pecho. 
- No, da igual. Estoy bien así. 
- Sophie, por favor. Ven aquí y siéntate. No te voy a hacer nada malo. -se rodó un poco para hacerme sitio. Le hice caso y me senté al lado suyo en la cama. 
- Bueno... ¿de qué querías hablar? -le pregunté. 
- De nosotros. 
- No, Justin. Ya no hay nosotros. No te confundas. -le expliqué. Me volví a poner de pie, un poco incómoda y nerviosa, sobre todo. 
- Siempre habrá un nosotros, Sophie. El verdadero amor nunca se olvida. -me contestó. Comencé a andar por la habitación nerviosa con los brazos cruzados. 
- Justin. Yo estoy con Christian y tú con... la rubia esa. -me eché el pelo para atrás, nerviosa. Él se levantó. 
- Si estoy con ella, es porque tú me dejaste. He pasado más de un año sin saber de ti, Sophie. -me cogió mis manos y las rodeó con las suyas. 
-Lo sé. Por eso, ya no hay marcha atrás. ¿Sabes qué? No debería haber venido. -solté sus manos, y me encaminé hacia la puerta. Justin me cogió por la cintura, y me obligó a mirarlo contra él. 
- Dime que ya no sientes nada por mi, y que todo se acabó. Dímelo y no insistiré más. 
- Yo... -me estrechó más contra su abdomen desnudo. 
- Dímelo, Sophie. -me susurró. 
- N-no.. -tartamudée. ¿Qué debía hacer? ¿Decirle una mentira? -no puedo.. -terminé la frase.
- Me lo imaginaba. -con una sonrisa de picardía, capturó mis labios desesperadamente. 
Me llevó hasta la pared, y quedé atrapada por ésta y por su cuerpo. Agarró mi culo, y me elevó. Rodeé mis piernas por su cintura. Aún contra la pared, y conmigo en peso, Justin dejó mis labios y comenzó a besarme el cuello. Eché mi cabeza un poco para atrás hasta donde la pared me dejaba, y pequeños gemidos escapaban de mi boca. 
- Sophie... -dijo con la respiración entre cortada en mi cuello - te necesito... -terminó como pudo la frase y fue en busca de mis labios de nuevo. Nuestras lenguas deseosas, no paraban de juguetear. Dejamos la pared atrás, y me llevó hasta la cama. Me recostó despacio y se puso encima mío. Volvió a mi cuello con unos besos lentos. Me quitó la camisa, y quedé en sujetador. Aunque, éste desapareció al poco tiempo. 
- Justin... -lo llamé. -Justin, para. -lo miré a los ojos. 
- Perdona. No debí, lo siento. -intentó apartarse pero no lo dejé. 
- Justin. -se me hizo un nudo en la garganta. Lo que iba a decir cambiaría todo. Cambiaría la relación entre él y yo. Aclaré mi garganta y lo solté - soy virgen. -él se quedó pálido, y sus ojos se iluminaron. 
- Entiendo. No te preocupes. Esperaré... 
- No. No quiero esperar más. Puede que mañana me arrepienta, pero te amo, Justin. Nunca he dejado de hacerlo por más que he intentado olvidarte. Quizás, no tengamos otra oportunidad como esta. Siempre he dicho que la primera vez sería con alguien a la que verdaderamente quiero. Y... ese eres tú, Justin. -una sonrisa apareció en su rostro. 
- Yo también te amo, princesa. Por favor, no lo dudes nunca. Te amo, te amo, te amo. -apoyó su frente en la mía. Ya nada importaba. En ese momento éramos él y yo. -Haré todo lo que pueda para que esto sea mágico para ti. Lo haré con cuidado, princesa. ¿Estás preparada para esto? 
Asentí con la cabeza. Estaba más que preparada. Lo quería y él me quería. Era una razón más que suficiente para querer hacerlo. Tal vez, a la mañana siguiente nada cambiaría entre los dos, pero ambos sabíamos lo que nuestros cuerpos pedían a gritos. Ser uno solo. 
Buscó mi boca y me besó con lentitud, perfilándome los labios con la puntita de la lengua antes de adentrarse en las profundidades de su boca. Justin descendió sus labios a lo largo de mi cuello. En una leve caricia, un gemido escapó de mis labios cuando Justin capturó uno de mis pezones y los mordisqueó antes de lamerlos. Curvé mi espalda y me retorcí en el colchón por el placer que me recorría de pies a cabeza. Mis piernas se separaban como por arte de magia, cada vez más. Justin deslizó su mano para deshacerse de mis pantalones y de mis braguitas. Un gritito se escapó de mi garganta cuando Justin abarcó mi sexo con la palma de la mano, mientras continuaba lamiendo uno de mis pezones erectos y un poco hinchados. Alcé mi cadera pisando el colchón, cuando Justin separó los pliegues de mi sexo y se adentró en él con un dedo. Comenzó a moverlo lentamente, mientras yo me moría de placer. Me costaba respirar con normalidad. Mis manos estaban sujetas contra la cama, agarradas por las manos de Justin sin brusquedad. Mi cuerpo ardiente se movía sin cesar. Luego, introdujo otro dedo dentro de mí. Gemí. Ya no aguantaba más la espera y eso no fue todo. Sin que me diera cuenta, sus manos ya no sujetaban las mías. Justin dejó una hilera de besos sobre mi vientre mientras descendía y se colocaba en mis piernas. ¿Qué pretendía hacer? Contuve el aliento. Hasta que él separó mis pliegues y pasó su lengua de arriba hacia abajo. Otro gritito resonó en la habitación, seguidos de los gemidos que llegaron cuando él aumentó la presión de su lengua, insistiendo en mi clítoris, mientras seguía moviendo sus dos dedos, ya en mi, en círculos. Me aferré a las sábanas, y de vez en cuando me mordía el labio por no gritar y que todo el hotel supiera lo que estábamos haciendo. Mis caderas se mecían de arriba hacia abajo inquietas. Lo llamé, mientras el orgasmo se apoderaba de mi cuerpo. Mis ojos permanecía cerrados, y mis caderas se movían empujando la boca de Justin. Cuando al fin cesó, caí sobre el colchón y suspiré con fuerza. 
Justin se arrodilló delante de mi, y me acarició la parte interna de los muslos. Lo agarré del cuello, y cambiamos de posición. Ahora, él iba a ser quien me suplicara que parase. Aún con sus boxers puesto, y yo sin ropa. Me senté sobre su erección, y me froté contra él haciendo que éste perdiera la cabeza. Me mordí el labio inferior mientras jugueteaba con la punta de los boxers. 
- Princesa... -cerró los ojos, y no pudo terminar la frase, porque había liberado su erección. Arrojé los boxers hacia un lado. Mis manos se encontraban alrededor de su entrepierna. Las subía y bajaba, mientras él jadeaba. 
- Me voy a co... -aparté mis manos, y reí. -No puedo esperar más -dijo sometido al placer que le había ofrecido segundos antes. -¿Lista? 
- Hazlo, ya. Por favor. -le pedí. 
Él se situó y se puso el preservativo, y antes de que pudiera pensar en nada, un gritó resonó en la habitación en el momento en el que me penetró. Varias lágrimas recorrieron mi rostro, pero Justin se encargó de limpiarlas con unos besos tiernos. Salió de mi, y me miró preocupado. 
- ¿Te he hecho daño? 
- No. -negué con la cabeza- Sigue por favor. -le pedí extasiada por el placer. 
Justin abrió más mis piernas para tener un mejor acceso. Jadeé. Grité. Mi corazón iba a mil por hora. Comenzó con movimientos lentos, pero luego el dolor se convirtió en placer, y me embestía con más rapidez. Estaba a punto de llegar al primer orgasmo y Justin conmigo. Me penetró con fuerza, y me aferré a sus hombres, mientras me embestía una y otra vez, sin perder el ritmo. Mi sexo palpitó abrazándolo, y un grito salió de nuestras gargantas cuando un segundo orgasmo se apoderó de nosotros. Justin me miró a los ojos antes de alcanzar el climax, y cayó sobre mi cuerpo empadado de sudor, al igual que el suyo. Lo abracé, él aún seguía dentro de mi, y no quería que se fuera. 
- Ha sido... -comencé a decir. 
- Espectacular... -terminó él con dificultad. 
Nos miramos y nos fundimos en un profundo beso. 
- Te amo con toda mi alma, Sophie. 
- Y yo a ti. 
Tras decir esto, salió de mi, y se acostó a mi lado. Me abrazó, y así quedamos profundamente dormidos. Pasara lo que pasara al día siguiente de despertar de este maravilloso sueño, ya nada podría cambiar lo que había pasado entre Justin y yo. Aquella, era una noche mágica y nunca se olvidaría tan fácilmente... 

sábado, 12 de noviembre de 2011

Beliebers aquí os dejamos la segunda parte. Todavía queda la tercera que es la más interesante :33 No podemos adelantaros nada, porque si no no sería una sorpresa, pero estamos seguras de que os ENCANTARÁ :) Espero que comentéis mucho, mucho para poderles subir la tercera parte. Ya sabéis que esto se está terminando y nos encantaría tener muchos comentarios como recuerdo. MUCHAS GRACIAS por leer. Os queremos <3 

Capítulo 56- "Una propuesta" PARTE 2.

Después de que Cassie me hubiera dejado dudando sobre lo de ir o no al concierto con ellas, decidí ir a mi habitación para relajarme. Sin embargo, al entrar estaban Lorena y ella buscando información en el ordenador. Dejé mi bolso en la cama, y me tiré hacia atrás cayendo en ella, exhausta por el día que había tenido. Las clases me agotaban como a todos, pero al menos era jueves. 
- ¿Qué hacéis? -pregunté con la mirada en dirección al techo. 
- Esto... -dudó Cassie. -lo del concierto. Estamos buscando un hotel para alojarnos por una noche. Después del concierto, claro. 
- ¿Tenéis las entradas? -les pregunté. 
- Sí -contestó Lorena- quedaban pocas, pero pudimos reservarlas. 
- Ah... -suspiré y tragué saliva- ...¿puedo ir con vosotras? 
- ¿Lo dices en serio? -Cassie me miró y yo asentí con la cabeza. Dio un salto en la cama y cayó sobre mi. -¡Muchas gracias, Sophie! En serio, te lo agradezco muchísimo. 
- No tienes por qué -la abracé- sé lo que es tener el sueño de conocer a tu ídolo, y a veces pensar que nunca podrás conseguirlo, que todo es tan complicado que nunca tendrás esa oportunidad, pero la vida da muchas vueltas, y por una razón o por otra si de verdad, tienes un sueño, debes luchar por ello, y no rendirte jamás. 
- Never say never -dijo Cassie con una lágrima recorriendo su mejilla. 
- Sí... never say never -susurré, y no pude evitar que las lágrimas agolparan mis ojos. 


A los dos días siguientes, Cassie estaba que saltaba por todos lados de la emoción. Había llegado el día de que su sueño se hiciese realidad. El que tanto había esperado, y me sentía satisfecha al verla de ese modo. Le había contado a Christian lo del concierto y que iría. Al principio, no le hizo mucha gracia, pero luego entendió que no puedo dejar a mi hermana y a Cassie solas. Se ofreció a llevarnos, pero sabía que si él iba con nosotras, sería un viaje incómodo y tenso así que preferí decirle que yo las llevaría. Total, iríamos al concierto, nos quedaríamos en el hotel a dormir por una noche, y al día siguiente todo volvería a la normalidad. Sin que Justin y yo cruzáramos palabras. No creo que de toda la multitud, me divise a mí entre millones de adolescentes gritando su nombre. Aunque ya creo que eso no tiene caso. No le importo. Él tiene su vida y yo tengo la mía. Todo es mejor así.  Espero que algún día, él entienda por qué lo dejé marchar. Si es que... tengo la oportunidad. 


Horas más tarde 


-¡Cassie! ¿Quieres dejar la radio quieta? -yo iba conduciendo y ella no hacía más que tocar los botones de la radio, y cambiaba de canción una y otra vez. Cosa que me desesperaba. Lorena iba detrás como quien no quiere la cosa intentando  pasar desapercibida. 
- Vale, vale. -levantó las manos en son de paz- pero es que no hay una canción chachi para irla cantando. ¿Soy la única que está emocionada por ver a Justin? 
- Ehmm... sí. 
- ¡Qué aburridas que sois, por favor! -se recostó en el sillón. -¿Queda mucho? 
- No. Tranquila, ya estamos llegando. 
- ¡Bien! -aplaudió, y volvió a encender la radio. La dediqué una mirada atravesada. -Tranquila, solo voy a poner el CD de Justin. 
- No, por favor.. -suplicó Lorena desde atrás. -Ya lo oirás cantando en directo. 
- Y, ¿qué? Tengo que practicar. Venga, ¡cantemos! -puso la primera canción "Somebody to love" y subió el volumen. 
- Cantarás tú sola, bonita porque yo no tengo ganas. -cambió de canción "Never let you go".
Me quedé perpleja al escuchar esa canción. Muchos recuerdos vinieron a mi cabeza en un momento dado. *Esa canción...* pensé. Cassie comenzó a cantarla, y yo la susurraba mientras pensaba en él. No pude evitarlo y comencé a llorar. Cassie no se percató de ello, pero Lorena sí. Por eso, me colocó su mano en mi hombro en señal de cariño y apoyo. 


Por fín, llegamos al concierto. Estaba abarrotado de chicas con carteles, cantando y gritando. Aparqué por fuera, donde pude y salimos. Cassie quedó petrificada al ver toda la cola que tenía delante de ella. Si pensó que llegaría la primera, estaba muy equivocada. Habían sacos de dormir por el suelo, y tiendas de campaña. Nos acercamos a las chicas que estaban en el final de la inmensa cola. 
- ¡Hola! -saludó Cassie. -Soy Cassie, y, ¿vosotras? 
- Yo me llamo Alice. Encantada, Cassie-contestó una pelirroja de hermosos ojos verdes. -Y estas son mis amigas : Amy, Cheryl, Emilie y Bonnie. -todas sonrieron y saludaron con la mano. 
- ¡Guay! Encantada chicas. Yo también os quiero presentar a mis amigas. Esta es Lorena. -señaló a mi hermana, y ella les sonrió. -Y ella... Sophie. 
- Hola. -contesté un poco nerviosa por el hecho de estar rodeada de beliebers que si sabían quien era o me pondrían buena cara o me matarían. Una de dos. 
- ¿Por qué me sonará tanto ese nombre? -preguntó una rubia. Creo que era Emilie. Según lo que Alice nos había dicho al presentarlas. 
- Hay muchas Sophies en este mundo. No sé. -me encogí de hombros. 
- ¿No eres tú la que...? -comenzó la morena llamada Bonnie. Se me hizo un nudo en el estómago- No, no eres tú. -terminó de decir. Suspiré aliviada. 
- ¿De dónde sois? No tenéis acento americano. 
- Somos de España. Estamos en una universidad de LA.
- Ah... -contestaron todas. 


El tiempo se nos pasó rápido y ya era hora de que nos abrieran las puertas. Pude ver como chicas salían corriendo para coger un buen sitio. Y Cassie, no fue la excepción. Desde que le dio la entrada al guardia, y éste revisó que todo estaba en orden. Corrió como si le fuera la vida en ello. Y gracias a eso, conseguimos unas buenas vistas. 
- Te odio. Me has hecho correr. -le reclamé con la respiración entrecortada. 
- ¡No me puedo creer que esté en primera fila! -obvió lo que le había dicho, y siguió flipando al mirar por todos lados, intentando encontrar a Justin. 
- No sé por qué he venido. -susurré. 
- Sophie, tranquila. Es un concierto. Nada más. -me consoló Lorena. 
- Tienes razón. Lo haré por esta loca. -señalé a Cassie. Lore rió ante mi comentario.


Tras una hora estando de pie, y con muchas beliebers nerviosas a mi lado, se apagaron las luces, y apareció una pantalla con la cuenta hacia atrás. Todas comenzaron a gritar como locas.   Lo peor es que creía que me había quedado sin tímpano gracias a ellas. Cuando el reloj marcó 0 Justin apareció de la nada de espaldas al público. 
- ¡Wow! -gritaban todas. Lorena y yo creo que éramos las más normales entre todas esas, puesto que, no hacíamos ningún gesto. Tan sólo observábamos. Comenzó a sonar la primera canción, y Justin se giró de cara a la muchedumbre. Llevaba unas gafas blancas de sol, y.. ¿se había cortado el pelo? Parecía todo un hombre con ese nuevo look. Desde que comenzó oficialmente en el alocado mundo de la música, Justin había sido criticado por muchas personas debido a su personalidad o simplemente por su atuendo. Odiado por esos haterz que solo se encargan de hacerle la vida imposible, ya que no tienen otra cosa que hacer. Querido por millones de beliebers que darían todo por él, que sacan las uñas si alguno se atreve a meterse con él. Pero realmente, ni unos ni otros lo conocían tanto como yo. Era, es, y seguirá siendo una persona increíble con la cual te puedes reir, y si quieres llorar, él siempre sabrá como brindarte una sonrisa y hacerte los días mejor. Siempre te dará su hombro para que te apoyes y no te derrumbes. Siempre te agarrará fuerte, y no dejará que te tambalees y caigas. Siempre te protegerá de todo lo que te pueda hacer daño. Así era él, tan perfecto... pero nadie lo conocía como yo lo había hecho. Excepto Pattie. Ahora, se había convertido en todo un hombre físicamente con ese corte de pelo. Y se notaba que había madurado bastante.
Sin darme cuenta, Justin ya había cantado varias canciones. 
- ¿Cuál toca ahora? -le toqué en el hombro a Cassie que estaba distraída mirando embobada a Justin. 
- ¿Qué? -preguntó en voz alta porque el ruido de la música se lo impedía. 
- ¡Qué cual toca ahora! -le grité. 
- Tampoco hace falta que me grites. -la miré con cara de "¿En serio, Cassie? ¬¬" -La de One less lonely girl, creo. -devolvió su atención a Justin quien comenzaba a hablar. 
Alguien me agarró del brazo, y me llevó hacia delante. Me intenté zafar, pero no pude. 
- ¿Te gustaría ser la OLLG de esta noche? -me preguntó una mujer rubia. *Mierda* me dije para mí. La mujer me miró a los ojos por un buen rato hasta que al final preguntó lo esperado "¿Sophie?" 
- Hola, mama Jan. -le contesté con una sonrisa.
- Madre mía. No me puedo creer que estés aquí. Mírate. Estás muy cambiada y mucho más hermosa que antes. A Justin le va a encantar verte. 
- No, no, no. Por favor, no le digas nada. -le rogué. 
- Está bien. Como digas. Entonces, ¿no subes? 
- No, no creo que me merezca yo esta oportunidad. -Mama Jan hizo una cara de decepción. -Pero, tengo a alguien que estoy segurísima que le encantará estar en el escenario. -su cara cambió. 
- ¿Quién es? -preguntó ansiosa. 
- Se llama Cassie. -me acerqué a Lorena, y le comenté lo que tenía planeado en el oído. Ella le dijo a Cassie que alguien quería hablar con ella. Al principio, no quería distraerse hablando con nadie, ya que se perdería la canción, pero tras decirle que era muy importante, accedió. Cuando se acercó a nosotras, se le iluminaron los ojos. 
- ¿En serio? -preguntó muy emocionada. 
- En serio. Venga, sube. Aprovecha tu oportunidad. -le dijimos mientras la ayudábamos a saltar la valla. 
- Mama Jan, muchas gracias. -le agradecimos Lorena y yo. 
- No hay de qué, chicas. ¿Queréis aunque sea entrar al backstage y ver a Pattie? Le gustará mucho volver a veros. 
- ¡Sí, claro! -contestó Lorena. 
- No creo que sea buena idea... -dije yo. 
- Por favor, Sophie. Hablamos con ella hasta que se termine la canción, y nos vamos. -me pidió Lorena. 
- Está bien -ambas saltamos la valla con ayuda de los guardaespaldas y nos fuimos para dentro. 
- ¿Sophie? -me llamó alguien por detrás. 
- ¿Kenny? -corrí hacia él y lo abracé. -¡Kenny! ¡Te he echado mucho de menos! 
- Y yo a ti, pequeñaja. -correspondió mi abrazo. -¿Qué haces aquí? 
- Es una historia muy larga, pero me alegro de volver a verte. ¿Has crecido? -me cogió en peso, y me volvió a dejar en el suelo. Ambos reímos. 
- No, sigo igual que antes. -rió. 
- Menos mal, si no llegas al techo. -comenzamos a caminar para entrar en el backstage. Ya la canción había comenzado y pude observar como salía Cassie radiante, y alumbrada por los focos. 
- Mirad a quién me he encontrado por el camino. -se apresuró a decir Kenny cuando hubimos entrado. 
- ¡Sophie! -Pattie se levantó al verme y yo corrí para abrazarla. 
- ¡Kenny! -gritó Lorena en busca de un abrazo. 
- ¡Lore! No sabía que estabas aquí con Sophie -la estrechó contra su cuerpo. 
- Ya sabes que donde está Sophie, estoy yo. -reímos. 
- ¿Cómo estás? Por lo que veo, HERMOSA. -dijo Pattie mientras me miraba de arriba para abajo y le ponía énfasis en la última palabra. 
- Gracias. -sonreí tímidamente. 
- Sentaos, por favor. -nos ofreció Pattie. -¿Queréis algo de beber o..?
- No, no. Estamos bien, gracias. -respondió Lorena. 
- Bueno, pues.. contadme, ¿qué hacéis en LA? -se interesó Pattie. 
Le empezamos a contar todo lo sucedido y yo rezaba porque Justin no nos viera. Ya había terminado la canción, y si por casualidad entraba para cambiarse de ropa o algo, estaba perdida. 
- Muchas gracias por esta noche, en serio. Nunca creí que pudiera conocerte así tan de cerca. -se oyó decir detrás de la puerta. Luego, ésta se abrió y aparecieron Justin y Cassie. 
Me levanté rápidamente de la impresión, y él se quedó pálido como si hubiera visto a un fantasma. 
- Ss..Ss..Sophie. -se acercó lentamente.
- Hola, Justin...



jueves, 10 de noviembre de 2011

¡Hola beliebers
Ya estamos aquí de nuevo, después de tanto tiempo sin subir capitulo. Os dejamos aquí el capitulo 56, mañana intentaremos subir el 57 o como muy tarde en el fin de semana. 
También queríamos decirles que ya se va acercando el final, quedan poquitísimos capítulos. Esto sólo para que lo sepáis. 
El próximo capítulo, estará muy interesante, así que esperamos ver muchos comentarios :3
Gracias por entendernos y esperar :]

Capitulo 56 - "Una propuesta"


Sonó el timbre. Los pasillos de la universidad comenzaron a inundarse de chicos y chicas con libros en la mano. Algunos riendo, otros no tanto. Se agolpaban para pasar, ya que los pasillos eran bastantes estrechos. Se empujaban sin querer con la intención de pasar, y comenzar el día tan largo que les esperaba.
Sentí unas manos rodearme, y me besaron el cuello tiernamente.
-¡Hola, muñeca! -me giré y lo besé en los labios de una forma suave. Aunque para ello tuve que ponerme de puntillas. Había crecido mucho desde la última vez que lo había visto.
-Me gusta cuando me das estos besos. Son demasiado bonitos y delicados. -se acercó a mi oído- Y me hacen desearte más, y querer devorarlos poco a poco. -me terminó de susurrar. Una electricidad se apoderó de mi cuerpo. Me acerqué a él con una sonrisa picarona y le mordí el labio inferior.
-¡Hola, tortolitos! -gritó Cassie. -¡Estamos aquí! -nos replicó.
-Ya te hemos visto. -le contesté rodeando a Christian con el brazo por su cintura.
-Bueno, chicas. Os dejo. Me tengo que ir a clase si no quiero una falta en mi expediente. -me besó en la frente, se despidió de las demás con la mano y se fue. 
Sí, Christian y yo estábamos juntos. No sé como había pasado, simplemente quería olvidarme de Justin de una vez y Christian se portaba genial conmigo. No es que lo estuviera utilizando, simplemente con el tiempo aprendería a quererlo de la misma forma que él me quería a mí.
Abrí mi taquilla para coger los libros que me harían falta en la próxima hora. Ellas hicieron lo mismo.
-¡Vaya! ¿Qué es esto? -preguntó Cassie con un papel en la mano. Lo leyó y comenzó a gritar: ¡No puede ser! Oh Dios mío. Oh Dios mío. -repetía una y otra vez con el papel en la mano y dando saltos por todo el pasillo.
-¿Qué? ¿Qué pasa? -le preguntó Lorena curiosa. -¡Para, Cassie! -le ordenó, sin embargo ella hizo como si no lo hubiera oído y siguió saltando loca de la emoción. -Cassie. ¡PARA! -le gritó Lorena. Paro de dar saltos y se acercó con una sonrisa de oreja a oreja.
-Es que, es que...-sus ojos brillaron de la emoción. -Nada... -su rostro se volvió completamente frío cuando me miró.
-¿Qué pasa? Hace nada estaba loca de la emoción que casi tenemos que llamar al manicomio y, ¿ahora? Estás así toda apagada. -le expliqué.
-Nada. No es nada. -se escondió el papel en uno de sus bolsillos.
-Va. Dinos, Cassie.
-Veréis. Es que... bueno...
-¡Habla, mujer! -le obligó Lorena. -A ver, dame. -hundió una de sus manos en el bolsillo de la chica y lo sacó. Lo comenzó a leer.
-¿Entonces? -le pregunté.
-No es nada importante. Ya sabes como es Cassie. -arrugó el papel. -Viene a LA.
-¿Quién?
-Justin -contestó rápidamente Cassie.
- Ah, ¿y? -hice como si no me importara.
-Que va a dar un concierto... y, pues me gustaría ir. -Cassie clavó su mirada en el suelo.
-Vale. Pues, pásalo bien. -me acomodé los libros en el brazo y me dirigí a mi clase.
Mientras tanto…
-¿Se ha enfadado? -preguntó Cassie.
-No creo. Supuestamente, ella dice que lo ha olvidado -contestó Lorena.
Cassie hizo pucheros.
-¿Deseas tanto ir a ese concierto?
-Demasiado. Nunca lo he conocido, ni he tenido esta oportunidad, y ahora tenerla y no poder...-tragó saliva la chica morena. -... me duele.
-¿Sabes qué? Voy contigo. -afirmó la otra con una sonrisa.
-¿En serio, Lore? ¿De verdad? -los ojos de la morena comenzaron a brillar, y no precisamente del sol. Abrazó a su amiga fuertemente, y ambas rieron.
-Eres mi mejor amiga. Haría cualquier cosa por ti. -aclaró ella.
-Gracias, Lore. Gracias. -la envolvió en otra abrazo. -Voy a ver si quedan entradas, y reservar habitación en el hotel y, y... ¡AAH! -comenzó a saltar de nuevo por todo el pasillo, y se fue dejando a su amiga con una sonrisa de satisfacción y de cariño.
Ese concierto no sólo sería algo especial para Cassie...


Terminaron las clases, y fuimos hacia la cafetería para comer algo. Hoy tocaba lo mejor. Pizza, patatas fritas y helado de chocolate de postre. Con tal solo leer el cartel se me hacía la boca agua. Cogimos las bandejas, y nos pusimos de lo que nos gustaba. Al terminar, nos dirigimos hacia una mesa vacía. Cuando nos hubimos sentado, quedamos en silencio hasta que Cassie lo rompió.
-¿Sophie? -me llamó en un susurro.
Levanté mi vista del plato y la miré.
-Ehm... es que, quería decirte que...
-¡Hey, chicas! -Christian la interrumpió y se sentó con nosotras. Al lado mío. Me dio un beso en la mejilla, y volví a mirar hacia Cassie.
-¿Qué me decías?
-Nada. Da igual...-siguió comiendo.
- Vamos, dime -insistí.
- Mejor hablamos luego -me dedicó una sonrisa.
Terminamos de comer, en definitiva la comida había sido deliciosa. Desearía que pudiéramos comer todos los días esto y no esa comida tan asquerosa que nos suelen poner el resto de los días. Volvimos a clase y a la salida me despedí de Christian diciéndole que lo vería más tarde y me dispuse a esperar a Cassie, en la hora de la comida me había dicho que quería hablar conmigo y pensé que debía esperarla.
Al poco rato apareció con una sonrisa de oreja a oreja.
- ¿Por qué tan alegre? -le pregunté.
- Es que… Verás tengo que preguntarte algo.
- Está bien. ¿De que se trata?
- Es sobre el concierto -le noté dudar.
- Vamos, Cassie cuéntame.
- ¿Recuerdas lo del papel?
- Sí.
- Pues Lorena me ha dicho que me acompañaría al concierto y no sabes como me encantaría que también vinieras tú.
- Yo… no creo que sea una buena idea.
- Por favor, Sophie. Se que es duro para ti, pero alguna vez tendrás que superarlo.
- Bueno… me lo pensaré, pero no te prometo nada.
- Gracias, Sophie. Eres una gran amiga.
- Aún no he dicho que sí, no estoy segura de que sea lo más conveniente.
- Da igual, creo que aceptarás -dijo guiñándome un ojo.
- Estás loca -le dije cariñosamente-
En definitiva Cassie era genial, pero su propuesta me había tomado totalmente desprevenida y no sabía se estaría preparada para dar un paso tan importante como el que ella me había pedido.

sábado, 5 de noviembre de 2011

BELIEBERS:
A ver, no se por donde empezar.
En primer lugar, queremos pedirles disculpas por no haber subido capitulo, se que llevamos más de dos semanas sin subirles un capítulo, pero es que de verdad ha sido imposible. Estamos hasta arriba de exámenes, tareas y demás y no encontramos un hueco para escribir un capitulo.
Se que muchas pensarán que somos dos personas y que eso debería bastar para al menos subir un capitulo por semana, pero no es tan fácil como parece.
En segundo lugar, estoy completamente segura de que de esta semana que viene no pasará que no subamos capítulos. Veremos lo que podemos hacer y subiremos uno o dos, porque hay que compensar. Por otra parte, además de los exámenes, la inspiración se ha ido de vacaciones, porque estamos un poco estancadas, pero lo solucionaremos y tendréis vuestro capítulo o capítulos.
Y en último lugar, muchísimas gracias por todos esos hermosos comentarios, que siempre apreciamos mucho todos ellos, porque esos comentarios son los que nos ayudan a seguir escribiendo y bueno aunque a veces salgan unos capítulos un poco chapuzas, pues siempre tenéis buenas críticas.
Y sin más que decir por ahora, os pedimos disculpas de nuevo y para esta semana tendréis capítulos. Se que es desesperante esperar, pero sólo os pido que no nos abandonen. Espero que nos entiendan y muchas gracias otra vez por sus comentarios :)

Por cierto, ¿Alguien va a ver los EMA? (Creo que es una pregunta algo absurda, porque supongo que sí. Estoy intrigada por saber como irá vestido Justin <3)


LOVE YA! :3