La misma maldita pesadilla de siempre. Había llegado la hora de decirle adiós, sin saber cuando lo volvería a ver, quizás dentro de un par de meses. No lo sabía y eso era lo peor. No saber cuando volvería a estar con él, cuando volvería a besarlo, cuando me volvería a abrazar…
Como solía hacer normalmente, miré el reloj eran las 6.00 AM. Si, era la hora de la despedida, pero no quería. Decidí que sería mejor no despedirme de él, porque eso sólo me haría más daño. Y comencé a llorar, mientras recordaba todos los momentos que habíamos pasado en esta semana, momentos únicos, irrepetibles y sus palabras, esas que hacían que cada vez lo amara más.
(ESTO ES CONTADO POR JUSTIN)
Había llegado el día de volver a Canadá, tenía un par de días para ver a mi familia y luego volver de nuevo a la gira, todo volvería a ser igual. Tenía ganas de ver a mi padre y a mis hermanos, pero me daba mucha tristeza dejar a Sophie, después de todo lo que habíamos pasado tenía miedo de volver a perderla.
Desperté a Ryan que dormía profundamente.
- Ryan, Ryan - dije susurrando.
- ¿Qué quieres?
- Nos tenemos que preparar para irnos, venga.
- ¡Es verdad! Lo había olvidado - dijo incorporándose.
- Sabes, me gustaría sólo por un momento no tener que ir y continuar con la gira y poder quedarme aquí, con Sophie…
- Lo sé, a mi también me gustaría quedarme con Lorena, pero tenemos que volver
- Tú podrías quedarte, no tienes porque volver conmigo.
- No, como crees que te voy a dejar sólo. Además tengo que volver a la escuela, que yo no tengo una profesora privada - dijo lanzándome una mirada atravesada.
- Ja, ja, ja Venga, vamos que perderemos el avión.
Entré al baño, me di una ducha, me cambié y bajé a desayunar. Pero cuando llegué a la cocina me sorprendí al no ver a Sophie allí.
- Lorena, ¿Sophie sigue durmiendo?
- No, Justin… Ella prefiere no despedirse de ti.
- Pero, ¿por qué?
- Le da mucha tristeza que te vayas…
- A mi también, pero quiero despedirme de ella. No se cuando la voy a volver a ver.
- Pues, intenta convencerla tú mismo. Yo ya lo he intentado y no sirve de nada. Sigue encerrada en la habitación.
- Está bien, iré a hablar con ella. Sabes, esto me recuerda a la otra vez y no me gusta verla así…
- Ya, a mi tampoco, pero es muy sensible
- Bueno, ahora vuelvo. Por cierto, Ryan sigue en la habitación terminando de preparar la maleta, por si quieres subir a ayudarle. Es un poco desastre - dije mientras subía las escaleras.
Toqué en la puerta de la habitación de Sophie mil veces y le supliqué que por favor me abriera, que necesitaba despedirme de ella, pero parecía como si estuviera hablando solo. Ella no respondía, sólo la oía llorar y eso me partía el alma. Todo esto era por mi culpa, por haberla metido en mi vida, para luego tener que irme y dejarla aquí. Pero la amaba demasiado, como para dejarla ir. Aún recuerdo cuando le canté << NEVER LET YOU GO >> "Nunca te dejaría ir" Esa canción expresaba todo lo que sentía por ella, porque no quería alejarla de mí, porque yo no quería que viviera como lo hago yo. Tener cámaras a tu alrededor todo el día, todos los días, sin tener siquiera derecho a la privacidad. Los únicos momentos en los que podía estar tranquilo era cuando estaba con ella, quizás por eso, fui egoísta por quererla tener conmigo para luego hacerle esto. Pero también se que ella tampoco se quería alejar de mí, aún sabiendo que algún día pasaría esto, que tendría que volver a mi vida "normal".
Decidí dejar de insistir, si su decisión había sido no decirme adiós, lo dejaría estar. No quería hacerla sufrir más. Así que miré por última vez mi habitación, cogí mi maleta y bajé las escaleras. Allí estaban Ryan y Lorena despidiéndose. Se podía ver lo mucho que se querían. Me hubiera gustado hacer lo mismo con Sophie, pero ya no le iba a dar más vueltas. Le dí un abrazo a Lorena y me dispuse a salir junto a Ryan, pero entonces alguien me llamó, esa voz que tan bien conocía. Era ella.
- ¡Sophie! - exclamé mientras la rodeaba entre mis brazos.
- Lo siento por no querer despedirme de ti, yo re…
- Shh, tranquila - le dije poniendo mi dedo índice sobre sus labios, esos que tanto iba a extrañar. - Lo importante es que te has arrepentido y has bajado a decirme hasta pronto, porque no es un adiós, solo un hasta pronto, ¿vale? Te prometo que en cuanto tenga un momento, me escaparé para venir a verte. Me tengo que ir ya, princesa. Te amo.
- Esta bien, yo también te amo - dijo con algunas lágrimas corriendo por su rostro.
Nos dimos un beso de despedida y la abracé por última vez.
- Hasta pronto - me dijo con una sonrisa un tanto forzada.
- Hasta pronto, hermosa - le devolví la sonrisa.
Y nos subimos al coche, rumbo al aeropuerto. En unas horas estaría en Canadá con mi familia y tenía que estar bien, pronto volvería a ver a Sophie.
Y Justin no sabía que así iba a ser, pero quizás no como el pensaba, quizás tendría que volver, pero por otras circunstancias no tan agradables.
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