(Esto es contado por Sophie)
Salimos del Starbucks, en el cual en la entrada nos esperaban unos cuantos paparazzis, que raro. Justin me apretó fuerte la mano cariñosamente, y lo miré. Me sonrió y le devolví la sonrisa aunque un poco falsa. No me hacía gracia que los paparazzis nos estuvieran persiguiendo, y sacarnos fotos cada vez que hacíamos algún gesto o simplemente al entrar en cualquier sitio. Me preguntaba si también nos querrían acompañar al servicio.
- ¡Justin! Por favor mira a la cámara. -le gritaban cuando pusimos un pie en la calle.
- ¡Hacéos una foto! -decían otros.
Justin miró a la cámara y nos pidió a los demás que hiciéramos lo mismo. Accedí, aunque sabía que mañana esas fotos estarían rondando por todas las redes sociales posibles. Pero, ¿qué más daba? Ya todo el mundo nos conocía a Lorena y a mí, e incluso a nuestros padres, que no tenían nada que ver en esto. Bueno, tal vez sí.
Al terminar de sacarnos unas cuantas fotos, comenzamos a caminar hacia nuestro próximo destino, el centro comercial. Los fotógrafos nos habían dejado en paz al obtener las fotos, pero sabíamos que eso no iba a durar para siempre.
Justin, me cogió por la cintura, como hacen las parejas al pasear. Eso me gustó, porque pese a todo, éramos personas como cualquier otras, enamorados.
Pronto, llegaron unas cuantas chicas, fans de Justin pidiéndole que se sacara una foto con ellas. Él muy amable, se sacaba fotos, firmaba autógrafos, les daba abrazos, y ese tipo de cosas. Inclusive, a veces, cogía él mismo la cámara, pues algunas chicas reaccionaban de una manera un tanto, sensible. Era obvio, ver a tu ídolo pasear por la calle, y tener la oportunidad de tu vida al conocerlo, es una cosa inexplicable, y nunca sabes como reaccionarás hasta que se de el caso.
Seguimos nuestro camino, dejando atrás a aquel grupo de fans, llorando, y temblando de la emoción. Todo iba muy bien, hasta que una chica, "supuesta" fan de Justin se nos acercó, haciéndonos parar. Cuerpo perfecto, cara preciosa, ojazos azules, pelo largo de un color rojizo, vamos una preciosidad. Hasta que me fijé en su ropa. Llevaba una camisa muy recortada dentro de una falta también corta. ¿Lo mejor? Que llevaba unos taconazos.
Justin no pudo evitar mirarla de arriba a abajo y hacerle un escáner a la muchacha. Los ojos se le salían, y se notaba que "mini" Bieber había reaccionado ante aquella preciosa chica.
- ¡Hola, Justin! -saludó ella con un pequeño beso en la mejilla derecha de Justin, haciendo que éste se sonrojara y se le dibujara una sonrisa tonta de oreja a oreja.
- ¡Hey, preciosa! -dijo mirandola a los ojos aún con aquella estúpida sonrisa en la cara.
Ryan no era tonto, y también la estaba devorando con tan solo un par de miradas, pero que para mi hermana, fueron suficientes, pues le dio un codazo y éste dejó de comerse a la chica.
Yo en cambio, estaba ahí parada. Una cosa es ser su fan, que lo abraces y esas cosas, pero otra es ponerte en plan ______ (ponedle el adjetivo que queráis) sabiendo que soy su novia, y que estaba presente ante tremenda escena.
- ¿Puedes sacarte una foto conmigo? -preguntó ella cariñosamente, agarrando a Justin de la mano. Por supuesto, dejó que se la cojiera. Entrelazaron sus dedos, quedandose muy pegados el uno del otro.
- Pero, ¿qué coño se cree esta tía? -dije en un tono no muy alto, eso sí, muy celosa.
Saltó el flash, y ambos siguieron juntos. La chica cogió de nuevo la cámara entre sus manos, dejando por fín las de Justin libres. Miraron la foto y rieron.
- ¡Muchas gracias, Justin! Te quiero. -tras agradecerle, se acercó a él, y lo besó muy cerca de los labios. Él sonrió, y ella siguió hacia el lugar que se dirigía. *Me imagino que a la esquina* pensé.
- Nos vemos. -dijo Justin sonrojado, y observando el trasero de la chica hasta perderla.
- ¿Justin, cariño? -le dije en un tono cariñoso.
- Dime. -contestó volviendo al mundo real en el que su novia era yo.
- Cuidado no te resbales. Hiciste un tremendo charco con tus babas. -le guiñé un ojo y empecé a caminar. Me sabía perfectamente donde estaba el centro comercial.
Lorena y Ryan rieron, y me siguieron.
- ¿Celosa? -preguntó Justin consiguiendo alcanzarme.
- No. Sólo me gusta cuando algunas de tus fans actúan en plan _____, poniéndote erecto a más no poder. No veas como me gusta. -dije irónicamente, claramente.
- Anda, Sophie. Tampoco es para tanto. Era muy guapa. Soy un chico, es imposible que no mire. -dijo agarrándome del brazo y mirándome fijamente a los ojos.
Lo ignoré y seguí mi camino, consiguiendo zafarme de su mano.
Iba a decirme algo más, pero ya habíamos llegado al centro comercial. Entramos por las puertas autómaticas, y andamos hasta encontrar una tienda que a Lorena y a mí, nos encantaba.
Al entrar, la chica de la caja se nos quedó mirando en plan: Es, Justin Bieber *-* Pero no se acercó, ni se inmutó. Lo único que hizo fue seguir atendiendo a las personas que estaban esperando en la cola.
- ¡Sophie! Dios, mira este vestido. -dijo Lorena con un precioso vestido en sus manos.
- Es muy bonito. Me encanta.
- ¿Por qué no te lo pruebas? -preguntó Justin. ¿La respuesta? No se la dí. Hice como si no hubiera escuchado su pregunta.
- ¡Uy! Mira aquel. -dije con una sonrisa de oreja a oreja.
- ¡OMG! -dijo Lorena con un tono pijo. Las personas nos miraban con una cara muy rara.
Justin se acercó. -Ve a probartelo -volvió a decir Lorena, fascinada por aquel vestido.
- ¡Lore! -dijo Ryan, quien se encontraba en la entrada de la tienda, esperándonos. Se acercó.
- Cariño, ¿puedes venir conmigo? Quiero comprarle algo a mi madre, pero no sé el qué.
- ¿Unas tangas? -preguntó con gracia, Justin.
- Mira que eres tonto, dude. -dijo Ryan dándole un empujón juguetonamente haciendo que ambos rieran.
- Sophie, voy con Ryan. Vete a los probadores, y me esperas allí con ese precioso vestido puesto. Vuelvo enseguida. -se fue de la mano con Ryan.
- ¿Te acompaño? -me preguntó Justin, con ojos de cachorrito.
- Me sé el camino. Así que... ¡no! -le contesté molesta.
- Venga, Sophie, joder. No me hagas esto.
- ¿Hacerte el qué? ¿Dejarte mal delante de la gente?
- Sophie, baja la voz -me pidió.
- ¿Para esto si soy tu novia, no? -le alcé un poco la voz. Justin se quedó helado y no supo que decir.
Me di la vuelta, y fui en dirección a los probadores para cambiarme. Estaba molesta, por la incómoda situación en la que me encontraba hace 10 minutos, con la ______ aquella. Sí, estaba celosa, pero ¿quién no lo estaría al ver a su novio comiéndose con la mirada a otra chica que no es su novia?
No había nadie en ningún probador, así que, me puse en el último de todos, el más alejado.
Primero, me bajé la cremallera para que mis pantalones pudieran caer al suelo. Los recogí y los puse sobre una butaca que se encontraba dentro. Luego, pasé mis manos por mi barriga, y me la quité. Me miré en el espejo, observando a una Sophie en ropa interior. *Tengo buen cuerpo, pero veo que no es suficiente para Justin* pensé a la vez que soltaba un suspiro y una lágrima caía por mi mejilla. No lo hice aposta tan sólo salió, sin intención.
Fue entonces, cuando la cortina se abrió haciendo que mi cara se quedara pálida. Me giré y vi a Justin volviéndola a cerrar tras él entrar.
Se quedó mirándome, y se acercó. Me giré y me limpié con el dorso de una de mis manos la lágrima que había recorrido mi cara.
(Esta parte es contado por Justin)
Estaba esperando por fuera del probador en el que Sophie se cambiaba. Me senté en una de las sillas que había por fuera, y comencé a mover la pierna izquierda. Estaba nervioso. Por esa razón, me levanté sin más y abrí su cortina, sin que nadie me viera.
- ¿Sophie? -me ignoró, tampándose el rostro, para que no me diera cuenta que había derramado una lágrima -¡Hey! ¡Escúchame! -le supliqué cogiendo mi cara entre sus manos y obligándole a que sus preciosos ojos color marrón oscuro miraran los míos color café. -¿Estabas.. llorando? -puse una cara de preocupación, con una mirada triste. -No será por lo de antes, ¿verdad? -seguí diciendo con un tono de voz, que sonaba a culpabilidad.
Asintió.
- Joder, Sophie. Lo siento, mucho. Si es que soy gilipollas. -dije pegándome yo mismo. -Por favor, perdóname. -volví a mirarla. -Sophie, eres a la única que amo, ¿me entiendes? Ni aquella chica por muy buena que estuviera podría compararse contigo, y con el amor que siento hacia ti. -apartó la mirada. -Por favor, mírame. -le supliqué de nuevo. -Te amo, Sophie. Ahora y para siempre. -posé mi frente sobre la suya. Podía sentir su aliento, mis labios estaban a dos centímetros de tocar los suyos.
- Está bien, te perdono. Es imposible no hacerlo si me miras tan dulce y me dices estas cosas tan bonitas...-sonrió. -Ahora, sal de aquí. -rió.
- No, no quiero. -la besé.
- Justin, venga, sal. -me pidió.
- Y, ¿si no quiero? -me crucé de brazos.
- Pues, te echaré. No eres bienvenido, señorito Bieber. -dijo intentando empujarme para que saliera.
La cogí de sus muñecas con cuidado, y la pegué totalmente con la pared del probador. Su cuerpo estaba totalmente pegado al mío. Estaba en ropa interior lo que me hizo perder la cabeza, y observar sus pechos. Ella se dio cuenta, y soltó una carcajada.
- Eres muy malo, ¿sabes? -me dijo con una sonrisa picarona.
- ¿De verdad? -pregunté sarcásticamente en lo que acercaba mis labios para rozar los suyos.
- De verdad -me respondió.
Solté sus muñecas, y cogí su cara entre mis manos, besándola apasionadamente. Ella rodeó sus brazos alrededor de mi cuello, y siguió besándome con la misma efusividad que yo a ella.
Estábamos demasiado pegados, y mi erección no hacía más que subir como el ambiente que caldeaba la pequeña habitación sin espacio.
Bajó sus manos por mis abdominales, y me quitó la camisa. Los miró asombrada y una sonrisa coqueta apareció en su bello rostro. La agarré por el culo, y la pegué un poco más a mi, haciendo que "mini" Bieber le punzara el vientre. Soltó un pequeño gemido al sentirlo. En ese momento, los pantalones sobraban. Comencé a besarle el cuello. Al sentir el contacto de mis labios sobre él, un escalofrío recorrió todo su cuerpo. El plancer comenzó a inundarla.
Colocó sus manos sobre el cinturón que rodeaba mi cintura. Ambos sabíamos que estaba deseando que el pantalón desapareciera por completo dejándonos a los dos en ropa interior, simplemente tela.
Nos besábamos muy apasionadamente, con respiraciones entre cortadas. Nos encontrábamos en una situación de exitación. Lo deseábamos, lo queríamos, hasta que...
- ¿Sophie? ¿Estás por aquí? -la llamó Lorena.
- Mierda. -susurré. Cogí mi camisa mientras Sophie se colocaba el vestido. Me subí encima de la butaca, la cual se encontraba en la esquina del probador ante el espejo, para que Lorena no viera mis pies.
- Sí, aquí estoy, pero necesito tu ayuda. -me miró y se empezó a reir. Se arregló un poco el cabello, después de haberse mirado al espejo. Salió, abriendo un poco la cortina, dejando que viera su perfecto culo tapado por un vestido que delineaba sus curvas.
(Narra Sophie)
-¡Vaya! ¡Estás asombrosa, hermanita! -me dijo Lorena con una gran sonrisa en su cara, y con los ojos abiertos como platos.
- ¿Me veo bien? -pregunté un poco tímida. No acostumbraba a llevar vestidos de ese tipo.
- ¡Perfecta! Justin se va a derretir cuando te vea. Por cierto, ¿dónde está? -me puse nerviosa al oir esa pregunta.
- Pues... creo que se fue a dar una vuelta. -mentí asintiendo con la cabeza.
- Oye, en lo que te cambias, voy a buscar mi vestido. -me sonrió y se dio la vuelta para ir en busca de su vestido. Tenía muy buen gusto, y a ella cualquier cosa le quedaba bien. Así que, seguro que estaría asombrosa.
Entré, y cerré la cortina tras de mí. Justin rió.
- ¡Qué poco! -dijo bajándose de la butaca.
- Anda, ponte la camisa, y sal de aquí antes de que te pillen. -reí.
- ¡Qué buena que estás! -dijo plantándome un beso en los labios, y mordiéndome el labio inferior.
- Tonto. -le di un beso, y salió.
Cuando salí, él se puso de pie, para marcharnos pero justo apareció Lorena.
- ¿Justin? No se supone que estabas en una tienda. -me miró desconfiada.
- Em, sí, pero no me gustaba nada y vine a ver que tal ibáis por aquí -mintió rápidamente.
- Pues no te vi. -me volvió a mirar desconfiada, pero Justin me volvió a sacar de la mentira.
- ¿Qué no me viste? Pero si te dije hola al entrar. Precisamente estabas mirando ese vestido, antes de cogerlo. -lo señaló.
- Vale, creo que ya me estoy volviendo loca del todo. -se puso una mano en la frente como la que tiene fiebre.
Reímos.
- Bueno, pruebate el vestido que quiero ver como te queda. -le dije metiéndole prisa.
Cerró las cortinas. Miré a Justin y no pudimos evitar reír.
- Por cosas como estas son por las cuales eres el amor de mi vida -me susurró sonriente, seguido de un beso.
Cuando Lorena se probó el vestido, y Justin y yo la alagamos por como le quedaba, fuimos a pagarlos. Justin me pagó lo mío aunque yo me negaba, pero como es tan testarudo, me calló con un bonito beso, el cual la dependienta miró impactada. En cambio, Ryan pagó lo de Lorena, pero ésta si que no se negaba. Es más le encantaba que le compraran cosas, eso sí, hasta un cierto límite. Luego, nos dirigimos a otra tienda, en la cual, nos compramos ropa más informales, para salir a dar una vuelta o para ir al instituto. Ryan esperaba por fuera. Creo que tiene alergia a las tiendas de chicas o algo de eso. Sólo entraba para pagar, pero por lo demás, observaba el tiempo pasar en el exterior de las tiendas.
Al terminar de comprar ropa, nos dirigimos a comer a un restaurante en el mismo centro comercial.
Nos sentamos en una de las pocas mesas disponibles. Mucha gente se acercaba y se sorprendía de que Justin estuviera por ahí. Me sentía demasiado observada. Algo que me incomodaba, pero que tenía que aprender a vivir con ello. Fans y más fans, venían hacia nosotros para sacarse fotos.
Pedimos lo que queríamos de tomar, y al rato, nos lo trajeron. Mientras comíamos, no se solían acercar, puesto que sería un poco molesto de su parte.
Ryan y Justin no paraban de comportarse como niños chicos, pero se divertían a su manera. Lorena y yo tan sólo reíamos y les deciamos lo loco que estaban.
- Chicos, mirad. Ahí hay un paparazzi y ahí otro. -informó Ryan, riendose.
- ¿Quieren una exclusiva? Pues tomad exclusiva. -Justin se acercó a mi y me besó, yo dejé que lo hiciera, pues no me puedo resistir a sus besos. Tras dármelo, reímos.
(Narra Justin)
Nos lo estábamos pasando en grande. No me importaba que miles de personas estuvieran observando como comía o lo que hacía. El estar con Lorena y con Sophie, era como ser un chico de 17 años, normal y corriente. Al igual que cuando hago bromas con Ryan. Eso no se puede comprar con el dinero. Esa era toda mi felicidad.
*Suena Never Say Never*
- ¿No jodas que tienes tu propia canción como señal de llamada? -preguntó Lorena sorprendida y soltando una carcajada.
- Shh. Es mi mamá -dijo con una voz de niño pequeño.
"Llamada entrante-Mamá"
- ¡Hola, mamá! -le contesté feliz.
- Hola, cariño. Que bueno escuchar tu voz, te extraño mucho.
- Y yo a ti también. Tengo muchas ganas de verte y de que me apachurres. Tengo miles de cosas que contarte.
- Ja, ja, ja... y yo a ti, Justin. Tengo unas cuantas sorpresas esperándote en casa. Aunque sé que...
- Mamá, no estropees el momento. -la interrumpí.
- Lo siento, lo siento. Ya veo que te lo estás pasando muy bien. Por cierto, ¿desde cuando volviste al instituto y yo no me he enterado?
- ¿Fotos verdad? -le pregunté, ya con la respuesta en mi mente.
- Sí, hijo, sí. Todo lo que haces o dejas de hacer sale por todas partes. Me alegra de que no salgan fotos comprometidas como las de Vicky y tú.
- Tranquila, mamá. Con Sophie no es así. -miré a Sophie y le dediqué una sonrisa.
- ¿Está contigo? -me preguntó.
- Sí. Estoy en un restaurante con Lorena, Ryan y ella.
- Salúdamelos, y diles que los quiero mucho, ¿vale?
- Sí, mamá. Les daré el recado.
- Te quiero, hijo. Recuerda que mañana cuando llegues, Kenny te estará esperando, como siempre.
- Tengo muchas ganas de verlo, y hacerle bromas de las mías -reí.
- Él también está deseando verte, al igual que Scooter, Usher, tus abuelos... -bajó el tono. -Y.. tu papá.
- Hace tiempo que no hablo con él, y me gustaría hacerlo. -mi voz cambió a un tono triste. Sophie lo notó y me dio la mano.
- Tranquilo, lo verás y a tus hermanos también. Os veo mañana, cielo. Cuidaos.
- Te quiero mamá.
- Y yo a ti.
"Fin de la llamada"
- ¿Todo bien? -me preguntó Sophie.
- Sí, princesa -le sonreí.
Pedimos la cuenta al camarero, pagamos y nos fuimos. A fuera nos estaban esperando los paparazzis. Por eso, saqué mi mejor sonrisa y finjí que todo iba de maravilla. Aunque, dentro de mí, había algo que no dejaba que fuera feliz del todo. Recuerdos y más recuerdos dolorosos y tristes venían a mi cabeza, una y otra vez.
CONTINUARÁ...
7 comentarios:
porfa siguienteee!! me encantaaaa esta novelaaa!
SEGUID SEGUID SEGUID! :D esta GENIAL enserio! me encantaaa!!!! (L)
Me encanta tu nevla, siguiente cap. Yaa :) PASATE si qieres por mi novela y comenta
http://bilieberfeverjbieber.blogspot.com/
GRACIAS, besos ^^
PEDAZO NOVELON QUE TENEIS/ QUE TIENES !! Me he tirado por lo menos 3 días leyendolo xD Me encanta enserio .. ahora os podeís pasar por mi blog? Si? (L) Gracias ! -> http://noooehsblog.blogspot.com/ (Tiene una novela de bieber.)
Muy lindo capitulo siguela pronto!!
Besoo Tefii
Publicar un comentario