Allí estaba yo, esperando impaciente por verlo y arreglar todo lo que había pasado entre los dos. Eran las 17:55 y quería estar puntual para nuestra cita. Una limusina pasó y paró en la entrada del hotel, abrieron la puerta, y salió él, tan guapo como siempre aunque hoy ¡¡ más guapo!!. Cada vez que lo veía, o se me caía la baba, o mi corazón latía tan fuerte que parecía que se me iba a salir.
Justin iba así:
Yo iba así:
- Entra... -me dijo sonriendo.
- ¿Vamos a ir en esto? -dije yo alucinada.
- ¿No te gusta? -me preguntó.
- Sí, pero esto no es ser muy discretos que digamos... -dije yo.
- Venga, entra, me hace mucha ilusión que vayamos en una limusina.
- Está bien... -dije yo rendida.
Me dio su mano y me ayudó a subir a la limusina, él siempre tan caballeroso. Por dentro era mucho mejor que por fuera, yo estaba asombrada viendo como era por dentro ya que nunca había estado en una.
- ¿No has subido nunca a una limusina? -me preguntó dudoso.
- No...
- Me alegro de sea tu primera vez y la estés compartiendo conmigo -me dijo riendo.
Al oír esas palabras, parecía que estábamos hablando de otra cosa, por eso nos empezamos a reir.
- Hoy te voy a demostrar lo que siento por tí, Sophie - me dijo susurrándome al oído.
- Tengo una sorpresa muy especial para tí, pero te tengo que poner esta venda... -me dijo.
- ¿Para qué me quieres poner eso? -pregunté yo dudosa.
- ¿Confías en mí? -preguntó con una carita de pillín.
- Hmm.. no sé, después de lo que pasó el otro día... -dije yo volviendo al mismo tema que me había tenido mal durante unos días.
- Sophie... por favor... -me rogó.
- Confío en tí, con los ojos cerrados nunca mejor dicho -dije yo poniéndole a la situación un poco de humor.
Me puso la venda en los ojos y cuando terminó de ponérmela, me apartó el pelo y me dio un beso en el cuello. Me hizo cosquillas la verdad, pero.... ¡ME ENCANTÓ PODER SENTIR ESOS LABIOS TAN DESEOSOS QUE TIENE!
Tardamos un buen rato en llegar pero finalmente la limusina se paró. Me abrieron la puerta y Justin me dio su mano para ayudarme a salir, ya que todavía tenía la venda puesta.
- Gracias, Justin -le agradecí yo por ayudarme.
- Vale, ahora sigue caminando.. -dijo él guiándome.
Diez minutos más tarde...
- Ya está, ya hemos llegado -dijo quitándome la venda.
- ¡¡¡¡Justin!!! ¡Dios mío! Muchas gracias.... ¿es sólo para nosotros dos? -le dije yo muy emocionada por lo que estaba viendo.
- ¡¡Sí!! Sólo para tí y para mí aunque están los cuidadores... -rió.
- ¡No importa! ¡Muchas gracias, Justin! Es lo mejor que han hecho por mí... Eres un sol, te quiero...
Al decir eso lo miré y él se quedó mudo sin poder decir nada.
- Quiero decir... te quiero como amigos.. -dije yo intentando excusarme.
No podía reconocerle lo que sentía, porque era una locura, lo nuestro nunca funcionaría. Además, ¿y si él no siente lo mismo?.
- Yo también te quiero pero no como amigos... -me dijo mirándome a los ojos.
- ¿¿QUÉ?!!
- No sé si estoy enamorado de tí, pero si sé que me gustas mucho, que no te puedo sacar de mi mente... estoy todo el tiempo pensando en tí... tengo un sentimiento hacia a tí muy grande, Sophie.
Me quedé en blanco de nuevo sin poder pestañear si quiera, lo único que podía hacer en ese momento era besarlo, pero no... esto era un sueño que tarde o temprano tendría que acabar.
- Sophie, te quiero -me volvió a decir.
- Pero... -dije yo.
- Shhh... -dijo poniéndo su dedo en mis labios y acercándose.
¡¡¡¡¡POR FÍN!!!! El momento más esperado de ambos... ¡Nuestro primer beso llegó! Al fin se rozaron mis labios con los suyos... estábamos uno en frente del otro besándonos, él me agarró fuerte de la cintura... ¿y yo? Yo estaba encantada....
CONTINUARÁ.....
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